27.4.09

ARRIBA EL TELON EN EL CUARTO OSCURO

Nacha Guevara, evitizada, en la remake actual de su espactáculo de hace un cuarto de siglo.

LA VIDA COMO UN GRAN ESCENARIO

El lanzamiento de Clotilde Acosta, (a) Nacha Guevara, nacida en Mar del Plata el 3 de octubre de 1940 (ver dossier completo), ha desatado otra tormentita de verano en el vaso de agua del país espasmódico y sin pasado. La hiperfutbolización y farandulización de la vida pública no son ninguna novedad y la funcionalidad, legalidad y ética que se siguen exhibiendo hasta con no poca asquerosidad tienen los mismos soportes y rigor del tenor de una cavilación profunda sobre un River-Boca a las luz de los cánones de la física cuántica. Se dice que Nacha/Clotilde va a ir en la boleta con su seudónimo artístico y luego, entre paréntesis, con su nombre real del DNI. Luego se hizo un altito para verla a la Cristina, ésta le dijo "gracias por ser como sos" (sic) y luego la diva que tuvo que salir arando en 1974 por tener el raro honor de integrar la primera lista de las Tres A, otros peronistas, declaró que se siente capaz de hacer algo por la Patria y se fue a descansar unos días a Tahití, seguramente a encontrarse con el dengue, la gripe porcina y cantidad de villeros que fuman paco, jubilados y trabajadores que pululan por esas zonas exóticas gracias a la bonanza de El Modelito de la Caja. A los que busquen en esto el sarcasmo barato y fácil se les ruega recordar que el lugar figura dentro del itinerario del Camino del Gólgota peronista. Allí fue donde en su momento aterrizó el Tango 01 para que descendiera el Chango de Anillaco a hacerle un service de urgencia a la vedete Yuyito González, ex de Guillermo Coppola, epicentro de un sonado episodio de jarrones, cocaína, putas de todo calibre, el Conejo Tarantini, jueces federales surgidos del nuevo Mercado de Frutos y demás, todo a pedir de boca del duhaldismo imperante. Los 150 integrantes de la comitiva tuvieron que esperar en sus asientos la hora y chirolas que duró la gentileza. Eran las épocas de Xuxa, pero no para candidatearla, sino para dormirse una siestita en el microcine del Polideportivo de Olivos.

Los escandeletes de la oposición, en un país donde nadie muere mocho y tampoco hay manera de sobrevir virgen, olvidan que la renuncia de Gabriela Michetti en Buenos Aires le dejó el camino libre a un Santilli que cuando su padre era presidente del club, los dos eran peronistas y el benjamín integraba, blindado por la impunidad correspondiente, las huestes de Los Borrachos del Tablón. Después, por cuenta propia, en el 2001, se alineó en la lista encabezada por Cavallo-Beliz, detrás de Alberto Fernández (sí, no hay otro, y venía de un paso tan crudamente nacionalista como el Comandante Pepe o el Loco Galimba de las primeras horas), Silvia María Eva Gotardi, la viuda del Abuelo Barritta, el teniente Licastro y la veterana actriz Elena Cruz, virtual presidenta del fans club de Jorge Rafael Videla, sobre la que armaron flor de quilombo cuando le tocó ocupar la banca que dejaba libre Fernández en el momento en que el Pingüino lo llamó para ser jefe de gabinete. Hasta entonces nadie se había acordado. Como han olvidado que la lista la encabezaba Martha Oyhanarte, la de Poder Ciudadano, junto al ex fiscal Moreno Ocampo, y viuda del Sivak dos veces secuestrado y asesinado por la Banda de los Comisarios de la Federal, el de Buenos Aires Building.

El país, más que desmadrado, da toda la sensación de estar desconchado. La soltada de zorro en el gallinero que tan brillantemente llevara a cabo el Chango de Anillaco, y que contó con millones y millones de adherentes fervorosos que se fueron al mazo ni bien vieron que el bote hacía agua, fue superado con creces por la ráfaga patagónica que descolgó los cuadros del indulto menemista, abulonó para siempre al peronismo como un enquilombado conservadorismo populista y legará para la historia el haber convertido el exclusivo y excluyente sistema presidencialista por uno de dos plazas con sede el ex Polideportivo de Olivos. El hipersexualismo, las vedetes de cuarta, los autos exóticamente sports, aviones y helicópteros han sido reemplazados por la exclusivdad de carteras y valijas, también aros sumamente exclusivos, todo como muy caro, y botos como juanetes hasta en los dedos de los pies. Evidentemente todas estas irrelevancias, por lo menos frívolas, salen a la superficie cuando no hay fondo.

El cinismo con que hace rato se vienen dando poderes extraordinarios sancionados en la Constitución aparentemente vigente como delito de lesa traición a la Patria, sólo puede resultar comparable a la concentración del unitarismo del Gran Puerto en el 80% de los dinerillos coparticipables, el acogotamiento del Poder Judicial, el uso discresional en la aguada condición de Ciudad Autónoma que le dieron a Buenos Aires para que no sea nada y que la Policía Federal siga siendo el peti ejército del Ministro del Interior de turno, ahora mudado a la hiperconcentración, de la Seguridad, los Derechos Humanos y la Justicia. No es la única exigencia constitucional a la que le han pasado como alambre caído.

El adelantamiento de las elecciones parlamentarias al 28 de junio, transformadas en plebiscito de vida o muerte porque las cuentas que no le cierran al oficialismo que se las ve venir muy livianita en un país ya muy alarmante porque encima no hay nada peor que la oposición, todos compartiendo en la simpatía de las caras y el carisma de los nombres la ausencia total de ideas, las que no se exhiben para un clientelismo político ejercido de manera despavorido y descarado con bolsas de dinero que reemplazaron al par de zapatos de la antigüedad, uno antes de votar y el otro después de haberlo hecho correctamente, por supuesto es exhibido por el caradurismo de turno como otro tour de force que en los 90 nos llevó al más crudo neoliberalismo y ahora nos empuja como frenada de colectivo el desplome (FMI dixit) del capitalismo mundial. Argentina está excenta del despatarro gracias a la Tercera Posición del General, un capitalismo vergonzante y oportunista que hace más de 60 años le viene permitiendo camuflar cada vez con menos éxito su esencia netamente feudal.

Acosta/Guevara no es el único caso de farandulización ni va a ser el último. Otra ex comunista, la cantautora guaraní Teresa Parodi también se ha alineado en las huestas kitchneristas. Durante el menemismo un compatriota correntino suyo hizo patéticos papelones al respecto. En Santa Fe, uno de los integrantes del trío cómico Midachi, que se separó y se volvió a unir, Miguel Del Sel, amenazó poner su cuota ante el ofrecimiento del PROmacrismo, pero el final prefirió quedarse en el molde: es más fácil el trasvestismo arriba del escenario. El imitador Nito Artaza, desde que El Corralito le hizo perder 2 millones de dólares que tenía cuidadosamente depositados en una entidad bancaria, intentará otra vez tener un puesto electivo por radicales. El ex futbolista Claudio Marangoni, por cuyo pase de Independiente a Boca, dada su inveterado y público apoyo al alfonsinismo, motivó a que el Pato Pastoriza, DT técnico de los zeneizes por entonces, tuviera que arreglar con El Abuelo como corresponde, dada su inveterado peronismo de las 62 Organizaciones del Loro Miguel, ingresa ahora al campo pero sin pantaloncitos cortos.

Lo que colma el colmo de los colmos en un país con el medallero olímpico repleto de oro en la disciplina tenía que ser Córdoba. Ya el peronismo del ultraliberal Schiaretti, mano derecha y culo y calzón con su coterráneo Domingo Felipe Cavallo, está sentado en el lugar gracias las turbiedades que hubo en las últimas elecciones en la provincia, donde así y todo le ganó por un pelo al folclórico Luis Juez, un desengañado del kitchenerismo y un sketch cómico preciado por todos los shows de información general. No contento con eso, en la lista de su propio partidito, añadió a la lista nada menos que a Fabián Gómez, un nombre que no dice nada si se desconoce que su seudónimo también artístico es Piñón Fijo, un payaso que supo hacer furor gracias a las veleidades del joven zar televisivo, el Chueco Suart, antes de tirarlo a la cuneta, pero dejando para la memoria su marcial y militarizado Chu chu huá Chu chu huá. (Mandarse al sitio del yosapa en plano éxito, muy interactivo, y cantarse con él algunas de sus exitosas y pegadizas canciones.) A este ritmo, ojalá hagan a tiempo y alcancen a incorporar a la Mona Jiménez, Cacho Buenaventura y el Negro Alvarez, para hacerlo todavía más multimedia y reidero.

Ahora, si se trata de lo chancho, es la postulación de Luis Abelador Patti, el ex subcomisario cómodamente alojado en el presidio de Marcos Paz por un espacio duhaldista bautizado Frente con vos Buenos Aires. El torturador y asesino, que ya no pudo asumir en el 2005 por tamaña currícula insiste, porque los abogados de los resquicios del derecho argentino han encontrado que es absolutamente legal que alguien se postule si no está con condena firme. Claro, aunque no lo dicen, si es un desvorganzado caradura y que la legitimidad huele igual que los cadáveres del picana fácil y ex intendente de Escobar.

Este vivir al día, al minuto que se vive, ha pateado la pelota al día 29 y al agujero negro que se abre en los seis meses venideros, es decir, el 10 de diciembre, que es cuando se va a hacer efectivo lo resuelto por las urnas a fines de junio. A todo esto, una por supuesto ex izquierdista capaz de putear al público y bajar del escenario para meter un cachetazo a algún salame pequeño burgués que se había sentido con derecho a ejercer la libertad de expresión y no bancarse las agresiones tan gratuitas, como la irascible Clotilde Acosta de principios de los '70 en el Margarita Xirgu con Las mil y una Nachas, venida a ecologista y al control mental al unísono con lo que Jean Paul Sarte llamó la edad de la razón, ha convertido en el 2008 un éxito rimbobante la Evita que estrenó en 1986 y la crítica trató piadosamente en virtud de sus estupendas condiciones de cantante y actriz. El pavoroso vacío de una sociedad decapitada y por momentos al garete, algo que disimulan los gritos y arrestos de autoritarismo, la puso como a tantos otros en una lista de Candidatos Testimoniales, según reza el titulito oficial. Con índices abierta y canallescamente falsos de inflación, pobreza, indigencia y verdaderas reservas en el Banco Central los argentinos volvemos a mostrar que protestamos un poco, sí, cuando nos tocan el culo. Pero ya van demasiadas veces para seguir disimulando y tratar de hacerles creer a los demás que no nos gusta. Nadie puede ignorar que la pareja que gobierna, junto al hijo mayor que regentea un nucleamiento de un clon de la JP, tiene el desparpajo de tener blanqueada una consultora para emprendores privados con información obtenida dada su calidad de gobernantes. Y también los hoteles de El Calafate, zono que turísticamente se reprodujo y creció mucho más que la pálida Anillaco de La Rosadita, merced a una desenfadada publicidad oficial a cargo del erario público y la compra de terrenos fiscales por chirolas y levantar hoteles faraónicos por un valor de 9 millones de dólares y que son ocupados, cuando mucho, en un 30% de su capacidad.

Hay cantidad gente que no nos cree. El mundo, más precisamente.