Juan Carlos, en la cocina de la que era su casa, una instantánea familiar.
ASESINAN A UN DOCENTE NEUQUINO
A casi diez años de la dada de baja de Teresa Rodríguez, también durente un conflicto con maestros, la policía del Nequén, comandada por el aspirante a la presidencia de la republica, gobernador Sobisch, un ultraconservador al garate, el miércoles un suboficial neuquino le reventó el cráneo por la espalda con una granada de gas lacrimógeno a Juan Carlos Fuentealba, 41 años, casado, dos hijas, profesor de química en un establecimiento de la capital, en medio de una de las refriegas de las protestas del gremio por mayores sueldos y mejores condiciones de trabajo.
El hundimiento del cráneo, la gran pérdida de masa encefálica y la inmediata entrada en muerte cerebral hizo que al día siguiente se le desconectara la respiración asistida y se certificara la muerte clínica. Todo parece indicar que las aspiraciones presidenciales del ultraconservador Jorge Sobisch, que había derramado cantidad de dinero que habría que averiguar de dónde salió, aunque se sospeche, en locales partidarios en Capital Federal, empapelados, verdaderas giras por los canales con programas pagos a tanto al minuto para llegar a la presidente de la república, coqueteando principalmente con Macri y López Murphy ha tocado a su fin. No así el consabido espectáculo de los buitres políticos, tironeando de las entrañas para ver quién saca mejor provecho de la desgracia, marcha que tuvo el honor de encabezar el gobierno.
Aunque nunca se sabe en un país que olvida tan rápido como comete las tropelías.
Ayer, luego de una conferencia de prensa lamentable, donde le faltó argumentar a la hora de los hechos estaba rezando, la indignación de la gente en la plaza frente a la gobernación fue tal que tuvo que salir disfrazado de cana. Así y todo, los cagaron a cascotazos.
El automóvil en que viajaba la víctima fatal, un Fiat 147, cuyo conductor, al producirse el hecho, entró en pánico, dejó el volante y salió en pánico corriendo campo adentro, era el último de la caravana y muy sobrecargado porque alzaba a cuando manifestante podía y que venía a pie en medio de la defenfrenada represión de los uniformados, su marcha era lenta cuando un testigo de cargo vio como un efectivo, desde unos diez metros tiraba a mansalva sobre la lunetra trasera y le impactaba en la nuca a Fuentalba. La granada produjo destrozos en la calota craneana, pero sin explotar, cosa que hizo minutos después, volviendo ímbproba la labor de los compañeros para tratar de sacarlo y brindarle ayuda.
La ambulancia de estos casos, alineada entre los vehículos de los represores, permaneció impasible, porque su verdera función es auxiliar a los que apalean y matan, no a los seres humanos sin distingos.
Los últimos anuncios oficiales dicen que el autor del disparo había sido detenido y que se trata del cabo 1º José Darío Poblete, con condenas ya cumplidas en el mismo rubro, que por lo tanto tiene antecedentes de cazador de semejantes, pero en la Argentina jamás la cadena de mandos se hace cargo de estos disparates criminales. Seguro que se le escapó el tiro o era policía sin cuenta propia, sin superiores jerárquicos, sin órdenes para reprimir, vio el despelote y se trenzó aprovechando que llevaba puesto el uniforme. De ser acusado formalmente, el peregil, otro ciudano casualmente de la misma condición social que el muerto, va a ser el pato de la boda de la clase dirigente pusilánime.
Los maestros neuquinos decretaron un paro general, para el lunes 9 de abril, inmediatamente se adhirió la reginal local de la CGT y en un hecho hasta si quiere tan insólito como histórico, la cúpula de la CGT nacional decidió un paro total de actividades de las 12 a las 14 del mismo día, como acto simbólico de repudio al ciudadano vilmente asesinado.
ASESINAN A UN DOCENTE NEUQUINO
A casi diez años de la dada de baja de Teresa Rodríguez, también durente un conflicto con maestros, la policía del Nequén, comandada por el aspirante a la presidencia de la republica, gobernador Sobisch, un ultraconservador al garate, el miércoles un suboficial neuquino le reventó el cráneo por la espalda con una granada de gas lacrimógeno a Juan Carlos Fuentealba, 41 años, casado, dos hijas, profesor de química en un establecimiento de la capital, en medio de una de las refriegas de las protestas del gremio por mayores sueldos y mejores condiciones de trabajo.
El hundimiento del cráneo, la gran pérdida de masa encefálica y la inmediata entrada en muerte cerebral hizo que al día siguiente se le desconectara la respiración asistida y se certificara la muerte clínica. Todo parece indicar que las aspiraciones presidenciales del ultraconservador Jorge Sobisch, que había derramado cantidad de dinero que habría que averiguar de dónde salió, aunque se sospeche, en locales partidarios en Capital Federal, empapelados, verdaderas giras por los canales con programas pagos a tanto al minuto para llegar a la presidente de la república, coqueteando principalmente con Macri y López Murphy ha tocado a su fin. No así el consabido espectáculo de los buitres políticos, tironeando de las entrañas para ver quién saca mejor provecho de la desgracia, marcha que tuvo el honor de encabezar el gobierno.
Aunque nunca se sabe en un país que olvida tan rápido como comete las tropelías.
Ayer, luego de una conferencia de prensa lamentable, donde le faltó argumentar a la hora de los hechos estaba rezando, la indignación de la gente en la plaza frente a la gobernación fue tal que tuvo que salir disfrazado de cana. Así y todo, los cagaron a cascotazos.
El automóvil en que viajaba la víctima fatal, un Fiat 147, cuyo conductor, al producirse el hecho, entró en pánico, dejó el volante y salió en pánico corriendo campo adentro, era el último de la caravana y muy sobrecargado porque alzaba a cuando manifestante podía y que venía a pie en medio de la defenfrenada represión de los uniformados, su marcha era lenta cuando un testigo de cargo vio como un efectivo, desde unos diez metros tiraba a mansalva sobre la lunetra trasera y le impactaba en la nuca a Fuentalba. La granada produjo destrozos en la calota craneana, pero sin explotar, cosa que hizo minutos después, volviendo ímbproba la labor de los compañeros para tratar de sacarlo y brindarle ayuda.
La ambulancia de estos casos, alineada entre los vehículos de los represores, permaneció impasible, porque su verdera función es auxiliar a los que apalean y matan, no a los seres humanos sin distingos.
Los últimos anuncios oficiales dicen que el autor del disparo había sido detenido y que se trata del cabo 1º José Darío Poblete, con condenas ya cumplidas en el mismo rubro, que por lo tanto tiene antecedentes de cazador de semejantes, pero en la Argentina jamás la cadena de mandos se hace cargo de estos disparates criminales. Seguro que se le escapó el tiro o era policía sin cuenta propia, sin superiores jerárquicos, sin órdenes para reprimir, vio el despelote y se trenzó aprovechando que llevaba puesto el uniforme. De ser acusado formalmente, el peregil, otro ciudano casualmente de la misma condición social que el muerto, va a ser el pato de la boda de la clase dirigente pusilánime.
Los maestros neuquinos decretaron un paro general, para el lunes 9 de abril, inmediatamente se adhirió la reginal local de la CGT y en un hecho hasta si quiere tan insólito como histórico, la cúpula de la CGT nacional decidió un paro total de actividades de las 12 a las 14 del mismo día, como acto simbólico de repudio al ciudadano vilmente asesinado.