27.10.10

A POCO DE COMENZADO CENSO NACIONAL 2010

Fue en su residencia de El Calafate, alrededor de las 09:00 AM
MURIO EL EX PRESIDENTE
Y ACTUAL DIPUTADO BONAERENSE
Dr. NESTOR CARLOS KIRCHNER
Como ya lo sentenciara Borges, y en un país que no hay nada que mejore más que la muerte. De jovencito, en su Río Gallegos natal, donde había vuelto a fijar residencia de manera misteriosa y para algunos hasta preocupante, le decían Lupo y su contextura longínea, la ubicación de los ojos y el aspecto en general le valieron el escarnio y el menosprecio de los chicos de su edad.

26.10.10

SE APAGAN LAS LUCES Y SE VAN LAS VISITAS

Como en el tango, ellos también ya entraron en nuestro pasado. Ayer, poco después de las 10:30, un impresionante bus con aire acondicionado los dejó sobre la calle Agustinas, cruzaron toda la Plaza de la Constitución acordonada de rejas para que los ovacionaran un puñado de 200, 300 a lo sumo, entusiastas compatriotas, e ingresaron a una engalanada y emperifollada Casa de la Moneda por la parte de atrás. Se constituyeron en un fenómeno tan singular que un matutino ascético, poco propenso a los efluvios literarios como La Nación de los Mitre, su corresponsal en Santiago, vaya a saberse afectado por cuál súbito y transitorio mal hizo el despacho de este incidente de la siguiente forma: Vestidos formalmente, de saco y corbata, los mineros fueron aplaudidos como estrellas por cientos de personas que se congregaron frente al palacio presidencial para verlos caminar por la larga alfombra roja que atravesaba la céntrica plaza de la Constitución. Después de esto volver a mirar la foto que abre esta entrada por lo menos hace recorrer un escozor.
No es un furcio ni un resbalón menor, sino un dato a tener en cuenta. Como sea, sobre la alfombra producto de alucionaciones o el piso de común de la plaza, ingresaron al viejo Palacio de Toesca, donde se acuñó la primera moneda del nuevo continente, y tuvieron un aparte con el presidente Sebastián Piñera en el primer piso y luego bajaron a una insulsa ceremonia oficial, como toda ceremonia, donde arrancaron con el himno, se dijeron las palabras que se dicen siempre, recibieron ofrendas y las condecoraciones como Héroes del Bicentenario y de ahí se fueron al Estadio Nacional de triste memoria a darle rienda suelta al populismo y la terminaron como la tenían que terminar, esto es, con chivito asado.
Como paliativo, claro, a la tarde ligaron una moto de diez mil dólares cada uno, pero ya están empezando a acusar los golpes de los excesos del alcohol y la incertidumbre de un futuro amenazante a pesar de todas las regalías después de tanto sufrimiento y heroísmo. Los 33 han puesto su nombre en la historia. En la de Chile y en la del mundo. De esto no se puede decir nada. Pero como 33, no como personas. No se trata de buscarle la quinta pata al gato, pero desde el 13 de octubre, cuando las 1.200 millones de personas por tevé quedamos con la boca abierta y los ojos llenos de lágrimas al verlos emerger de la tierra no hubo un sólo minuto de silencio para los 55, a secas, sin mayúsculas ni resaltados, compañeros que ya estaban abonando la tierra en lo que iba del 2010, producto de otros derrumbes a lo largo del mapa chileno. De ellos no se acordó nadie.
El multimillonario Sebastián Piñera es un personaje bastante singular y tiene una particular propensión a meter la pata. En la gira previa que se mandó con Europa su mujer le tuvo que llamar la atención y que la terminara con andar sacando del bolsillo el papelito original que escribió con marcador el minero José Ojeda y ya célebre frase ESTAMOS EN EL REFUGIO TODOS BIEN LOS 33. En la agitada noche del 12 de octubre, cuando ni siquiera se pudo hacer un beta test con la Fénix 2, otra vez Cecilia Morel, su mujer, lo tuvo que parar discretamente en seco porque se la pasaba preguntando entre los rescatistas si la cápsula era segura. Se quería mandar: "Un presidente tiene que estar siempre primero", trató de argumentar y no se tiene registro de la réplica conyugal, pero al él se le fueron los delirios de llegar como El Llanero Solitario a 622 metros de profundidad con hombres que habían roto contacto con la realidad hacía 69 días. En Alemania le tendrían que haber dicho que una de las materias grises del nazismo advirtió que la repetición del estímulo causa la cesación del estímulo y que la gente ya tenía los quimbos llenos con el asunto. Estaba banalizando una proeza para sacarse una foto más. Y viene, para el colmo, en una de las paradas, y le zampa al libro de visitantes: Deutschland über alles, nada menos que el comienzo de un célebre himno de la época de Hitler y tuvo que terminar pidiendo perdón. Repartió a rolete piedritas del fondo de la mina, haciéndose el sota y no diciendo que son rocas testigo del filón de oro que se llevó por delante la T-130 cuando horadaba sin parar para llegar lo antes posible hasta donde estaban Los 33. En el discurso del Patio de los Naranjos se acamaló en los lugares comunes porque la oratoria evidentemente no es su fuerte y para hacerse el mundano, el hombre común cuando figura 477º en la lista exclusiva de Forbes, viene y le sacude como testimonio de sus emociones que cada vez que iba al Campamento Esperanza y estaba con las mujeres de los mineros se le estrujaba el cuore. Ya venía embalado, trastabilló y dio de hocico en el piso: "Si mi mujer me quisiera la mitad sería el hombre más feliz", sacudió sin anestesia la potrillada que empalideció a la tropilla de cuicos que lo rodean. La muy paquetona y sobria Cecilia Morel estaba sentada un poco atrás y el micrófono registró claramente la réplica: "Métete 700 metros bajo tierra y ahí te vai a dar cuenta cómo te quiero." Lo tuvo que repetir por micrófono para toda la concurrencia y fueron para ella las risas y los aplausos. El furcio ya formaba parte del folclore junto al rescate.

Claro, tenía que reiterar los tics de político e insistir en que a partir del 5 de agosto, que fue cuando por fin se vino abajo la San José y dejó a Los 33 respirando tierra con 40º de temperatura y 90% de humedad durante 69 días porque Dios se acordó de ser alguna vez chileno, que va a cambiar drásticamente la condición de todos los trabajadores de su país. Exacto: hasta que se derrumbe otra mina, se venga abajo un andamio o una máquina le trague un brazo a otro obrero. Porque al ratito, como lo grafica para siempre el video que se linkeó más arriba o se detalla en otro lugar, en la payasada futbolera nada menos que en el Estadio Nacional que supo ser campo de concentración pinochetista los primeros días después del 11 de setiembre de 1973, con la triunfante copa en la mano le recordó al buenazo de Franklin Lobos, ex jugador profesional que supiera integrar la selección, que tal como estaba convenido, el seleccionado oficial, que jugó obviamente luciendo los colores nacionales, volvía a La Moneda y ellos, los trabajadores, "al fondo de la mina", como para que no hubiera dudas, "y los volvemos a rescatar", volvió a meter la pata hasta el cachete.

Hace poco todos los funcionarios tuvieron que presentar la declaración jurada de sus bienes. Sebastián Piñera no es ninguna excepción. Tal como venía, desde la tevé, el ex presidente Ricardo Lagos lo agarró de sobrepique y lo dejó tieso para otra fotografía: "No declaró todo el patrimonio que tiene. Se olvidó hasta de poner la cosa donde vive."

En una de esas está mal medicado. Los 33, juntos con los rescatistas, salieron de La Moneda y se fueron como criaturas a ponerse junto a la Fénix 2 que los había sacado literalmente del pozo. Algunos hasta lagrimearon porque desde la madrugada del 13 de octubre último que no la veían y por cierto que las circunstancias eran muy diferentes. La querían tocar, constatar que en ese supositorio de metal había ascendido desde el infierno. Realmente se sacaron lo que se denomina una foto de plaza, bien pajuerana, riéndose, en una de esas lo más valioso y sentido que se llevaron después de haber vuelto a la vida.

A esta hora todos ellos ya se desparramaron, todos los protagonistas han sido achatados por lo cotidiano y Chile tiene que volver no sólo a los restos de la demolición del terremoto y tsunami de febrero último sino a su dura realidad que por más que todo el neoliberalismo triunfante y la prensa mundial, la argentina incluída, los ponga como los benjamines del monetarismo, es el país sudamericano con mayor desigualdad social. No se puede negar los saltos que han dado en los últimos años, pero esto es sólo indicativo del estado en que estaban antes.

El balance final lo hizo el propio Piñera, a su estilo, pretendiendo inaugurar que la humanidad tiene desde ahora nueva forma de hacer las cosas, a la chilena, dice, que consiste en unirse todos en la adversidad y tirar parejo para salir adelante porque los japones y los alemanes, después de la segunda gran guerra no lo hicieron, y también algo que le es muy caro a su ideología: decir Chile y decir 11 de setiembre ha pasado para el recuerdo porque están Los 33. No tiene suerte. La senadora por Atacama, donde ocurrió la desgracia con suerte, es Isabel Allende, hija del Compañero Presidente, del que dijo que iba a pagar con su vida la lealtad de un pueblo y lo hizo.

En el magro y convencional mensaje oficial, el Berlusconi chileno, como lo chicanea la oposición, no reiteró la verdad inconstrastable que ya se palpa: Los 33 nunca van a volver a ser los mismos, incluso Chile ya no va a ser el mismo. Un pueblo curtido en la tragedia y la pobreza, con una envidiable y más que resaltante conciencia nacional, cultor de la belleza, tierra de poetas y vino, ha sacudido a la humanidad entera dos veces en poco menos de medio siglo. No es moco de pavo.

Ahora te toca a vos, Sebastián, cumplir con taponar los buracos que tiene la injusticia social de tu pueblo. La historia te está esperando. Por lo pronto, sin ser argentino y menos peronista, no pudiste cumplir con el protocolo y sacar a los mineros a los balcones engalanados de La Moneda. Los 5oo empleados de la Cadena de Farmacias Ahumada, la más grande en Chile, en huelga desde hace tiempo, con cacerolas y vuvuzelas, hacían mucha bulla, aprovechaban la volada para tener cámara y se habían hecho presentes porque ellos también son chilenos y trabajadores y tuvieron hasta que cortarle el audio al canal que forma parte de su patrimonio y tratar de disimular la irreverencia.



Para cerrar, aunque la mediatización, el reality show y algunas otras pavadas borró de la faz de la tierra, por ejemplo, hasta el nombre de Violeta Parra y su Gracias a la vida, le ponemos un broche de eternidad a lo que ya se empezó a diluir. La música, claro. Y qué mejor que Mercedes Sosa cantando música chilena.




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21.10.10

BASURA, MUCHA BASURA, PURA BASURA

De la gestión de Cristina Elizabet (sin hache final en el original, no es un error) Fernández, oriunda de Ringuelet, se van a decir muchas cosas. Muchas. Hay algo que no se va a poder omitir: que no fue conversada. Ya se ha hablado todo. Para esta presidencia y para dos reelecciones más. No le quedan micrófonos, sobre todo de los flexibles cuellos de ganso y de cualquier otro tipo, que no haya acomodado. Mohín que no haya hecho. Hora que no haya utilizado. Rubro que no haya tocado y anunciado. Cabellitos molestos que con un cabeceo cortito haga que se lo pone en su lugar para que quede ahí y dentro de unos segundos repetir el gesto. Su tono, que quiere ser seductor y no pasa de franelero, es hartante. El General supo decir, entre todas las pavadas que supo decir, que "mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar." Curioso que la bandada de papanatas no lo haya recordado y le dé al latiguillo día y noche. Porque el transversalismo diagonal, vertical y horizontal que ha resultado el kirchnerismo, si es que no encuentra otro vector, ha hallado que mejor que hacer es decir y mejor que realizar es prometer. Analícese por un instante la gestión bajo esta óptica y EE.UU. es Albania al lado de la Argentina. Ya no quedan escuelas por hacer, autopistas, trenes bala, préstamos chinos por 90 mil millones de dólares, hospitales de alta complejidad que no se llueven, analfabetos, hambre, chicos sin altos niveles de plomo en sangre. Ayer la tonelada de soja llegó casi a los 1300 dólares y otra que los sótanos del Banco Central en la primer presidencia del General. En un mundo mediático hay que atosigar con cualquier cosa, mire si alguien se va a ir hasta El Dorado, Misiones, a controlar si inauguraron o no la sala de primeros auxilios. Si el mayor Aloé hubiera tenido el aparato propagandístico de esta gestión, más la tecnología, la formación de estos cuadros y los sueldos que cobran el tiernito de Goebbels hubiera quedado hecho un poroto. Vea los anuncos televisivos, escuche los TXTs y se va a dar cuenta que es un gobierno perfecto para 40 millones de pelotudos que no hay tamaño que les venga bien. Lo dijo el célebre Uriburu, no el del 30, sino el de la Revolución Argentina cuando el segundo Cordobazo, al que le llamaron el Viborazo: "Esta es una crisis de la abundancia."
Pero los argentinos malcogidos, todos, estamos con bronca. Nadie sabe por qué. Se ha dejado atrás el divorcio para rociar a la pareja con alcohol y prenderle fuego, cuando no meterle medio cargador de una 9mm. y listo. Los estudiantes han vuelto a la calle y en un hecho inédito, como los sioux de los viejos western tiraron abajo la entrada del Palacio Pizurno y tomaron el Ministerio de Educación. En Mar del Plata, también ayer, estaba entregando notebooks gratis para que los opas chicos entren al Primer Mundo y que el Primer Mundo se ponga en la cola, detrás nuestro, cuando un pibe va y se zarpa, subió al escenario y adelante de la cara le hizo pupa a una contra la mesa: "¿Para qué mierda quiero una computadora si no tengo para comer?", le gritó. Un poco sobreactuado, claro, pero indicador de que el mierdómetro popular está al mango.
Como el almanaque se acomoda a dedo, lo mismo que el fixture de la AFA y cualquier fin de semana es un fin de semana largo para que los dichosos con auto se vayan afuera y se hagan mierda a 160km/hora, en el último para el Día de la Raza un millón de gozosos argentinos se tomó el bote de la capital y se paron arriba de los cuatro ruedas, para salir y para volver, mucho más tiempo del que tuvieron para mojarse las patas. "Huelo a homicidio en el aire", supieron decir en su momento, en diferentes lugares y circunstancias, Jack Kerouac y Henry Miller. La Argentina huele a podrido y a muerte. De esto nos ocupamos un poco hace unos días, en esta misma bitácora. La bronca se dispara por los collares de perlas de varias vueltas, por los relojes ministeriales de 20 mil euros, por los cotorros en Puerto Madero para echarse unas siestas reparadoras. La tilinguería ha logrado lo que no consiguen campañas sistemáticas de agitación política. Estamos podridos, simplemente. Debe ser lo que sentenció ese otro célebre peronista que encuentra que somos un país condenado al éxito. Tanto éxito y exuberancia no es tolerable. Hay muchos pobres en el mundo y somos un pueblo con sensibilidad social. Somos un pueblo justicialista: paga más de impuestos al inmueble un dos ambientes en Once que un petit hotel en Palermo Chico. En ningún lugar del mundo rige semejante trotzkismo fundamentalista.

Cristina Elizabet, en River, se puso la camiseta. Si Evita viviera, ¿sería montonera?

Y ya que estamos en el tema, ayer, a la hora de la siesta, en Barracas, la patota profesional que trabaja de trabajadores, léase: la CGT y sus gremios adheridos, asesinó de un balazo en el hígado a un activista del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, 23 años, que participaba en la protesta por los tercerizados que tienen conchabados los ferrocarriles privatizados y vueltos a estatizar, para hacerlos trabajar a destajo, pagarles menos y echarlos cuando quieran. Como dijo el General. ¿Dijo algo el General al respecto? No importa: el General siempre dijo algo. El caso es que hubo Zona Blanca, igual que hace 60 años en Quilmes, cuando El General estaba en la Rosada con todo el poder, una vez que entraron en la Capital Federal de Macri por parte de la Policía Federal bajo la órbita del Poder Ejecutivo de dos plazas del kirchnerismo y las patronales ya no necesitan más de uniformados, para eso tienen los sicarios y algunos creyeron ver en las huestes de la Unión Ferroviaria a barrabravas de Racing, Banfield y Laferrere. Salieron a relucir los fierros y muerto el perro, se acabó la rabia: un zurdito menos. A una mujer del Polo Obrero le metieron un tiro en la cabeza, pero se salvó. En esta se salvó. En otra la meten dos tiros. A la media hora, con la Cristina Elizabet a la cabeza, estaban todos oficialmente consternados, qué es esto, por Dios, violencia, se va a investigar hasta las últimas consecuencias dijeron por primera vez en la historia, y van a caer NO SOLO LOS AUTORES MATERIALES SINO TAMBIEN LOS INTELECTUALES. Porque la gente que piensa, sobre todo si lee un libro, se les pudre el seso y les entra en el mate ideas raras, extranjerizantes, nada que ver con el ser nacional y popular. Además del lado de La Fraternidad, no porque tengan un libreto, ya le tiraron letra a la presi: "Es la izquierda que viene creando este ambiente de intolerancia." ¿Vio? A Ferreyra no lo mató una bala calibre 38, sino el clima de intolerancia de los autores intelectuales. Un fotógrafo de Clarín, que estaba entreverado en el grupo atacante, al caer Ferreyra escuchó clarito la expesión triunfante: "Un zurdito menos."
Antes de fin de año en la Vuelta de Obligado, la reinvidicación del revisionismo rosista mientras en la escuelas se sigue con el supuestamente traidor liberalismo mitrista y sarmientista, y otro carnaval como el del bicentenario, para que la presi se menee instintivamente con el primitivo tamtam de los parches, se tirarán varios millones de dólares de los que sobran, ha vuelto el padrido pelado, el potlash del peronismo 46-52 porque hay elecciones en el 2011. Pero el peronismo, que esencialmente es lo contrario de sí mismo, cuando se le acaban zurditos para matar se entran a dar entre ellos. Ya han surgido claritas las voces que le endilgan a Eduardo Duhalde la responsabilidad política de lo sucedido ayer en Barracas. Incluso la hipótesis tuvo el improvisado apoyo del procesado y condenado dirigiente máximo de Quebracho, Fernando Espeche, que ante las cámaras de tevé muy seriamente dijo que este empiojamiento del panorama político con lo sucedido con el asesinato de un activista no le conviene al gobierno y al kirchnerismo, pero sí al duhualdismo e incluso a Julio Cobos. Ahora, para todavía enmierdar todavía más todo, el asunto sale de una noticia publicada en el día de la fecha en la tapa de El Cronista Online, propiedad de Francisco De Narváez, donde daba cuenta de encuentro entre el susodicho, Lezcano y Pedraza. Un pibe que tiene un blog copió la tapa y la publicó. Cuando los linces profesionales de El Pingüino vieron que a la ocasión se la pintaban calva y sacaron a relucir los colmillos con esa estrategia geopolítica de baldosa que tienen, en la mencionada web le cambiaron la fecha y la reunión había tenido lugar en el 2009. Hoy a la mañana localizaron al bloguero ultra K, como lo calificaron, y el borrego los mandó a la mierda: había copiado la tapa de ese diario tal como estaba porque le pareció interesante y cuando se armó la bronca le cambiaron la fecha en la web, él no tenía nada que ver y que le dejaran de hinchar las pelotas.
A la madrugada, también en Avellaneda, fue atacado a tiros el frente del domicilio de Alfonso Severo Enrique, 48 años, ex directivo de Ferrobaires que se desempeñaba como gerente de área en las oficinas del edificio de Plaza Constitución, y fue desalojado hace un año con otros compañeros por la misma patota que actuó ayer y que a su criterio lidera un tal Tressa con sus tres hijos, una banda autártica que trabaja para la Unión Ferroviaria en el negocio de los tercerizados. Muy lúcidamente analizó que este gran negocio de las cúpulas sindicales multimillonarias, peronistas desde siempre, es totalmente conocido y apañado desde el gobierno. Incluso recordó que cuando sucedió el conflicto con la expulsión gangsteril de él y sus compañeros pronosticaron que esto iba a tener un límite cuando apareciera un muerto: "Bueno, ahora apareció. Es este chico Ferreyra, pobrecito, y esperemos que la escalada llegue a su fin. Esta madrugada no sé cómo no hicieron un desastre con mis hijos y mis nietos, baleándome la casa." A esta altura es indispensable dejar consignado que un tercerizado cobra 2 mil pesos mensuales, 2,5 cuando mucho, los afilian de prepo de la UOCRA como si fueran albañiles y el básico de un ferroviario está en 7,2 mil pesos mensuales. En el colmo de la perversión, la cúpula yupie de lo que otrora fue el vandorismo, el miguelismo, el ruccismo y otros ismos de la eterna Burocracia Sindical se han organizado en cooperativas que bastardean a estas organizaciones porque son en realidad las patronales de los tercerizados y los que se quedan los subsidios que otorgan los cumpas que están en los respectivos organismos del gobierno actual, anterior y del que vendrá. Aparte lo sucedido en Barracas reedita el carcomido enfrentamiento de los '40 entre fachos y zurdos porque las contiendas internas de los perucas tienen una manera muy efectiva de resolverse por más que el cinismo oficial y sindical, ante las cámaras, sea revulsivo. Como todo el mundo sabe, un peronista no es ni yanqui ni marxista, pero que como indica la cruel obstinación de los hechos, al decir de los sajones, practican un macartismo letal que incluso es anterior al célebre senador yanqui Joseph McCarthy. Una tara que está de moda como son las redes sociales no podía tener ausentes a los sindicalistas peronistas y ayer se sacaron la careta los verdes, el mismo color de Moyano y de la Juventud Sindical en los '70, la puta, qué casualidad, les salió todo el veneno por los colmillos, amén de contradicciones a rolete en un vetusto como Juan Pedraza, que puso a su gente en River en primera línea aunque ahora Moyano lo esquive como culo a la jeringa. En un acto donde como muestra la foto Su Excelencia, en el colmo de la gronchada, posó para la posteridad con la gorrita y la T-Shirt de los que hicieron pupa la JP sobre todo a partir del 1º de mayo de 1974, que fue cuando El General dio la orden de darles duro a Los Imberbes. No contenta con semejante pavada después fue hasta la compu, publicó la foto y le puso en el colmo de la tilinguería twistera que cultiva con ahínco: "Quién me ha visto y quién me ve." Mire, doctora, para los que creen en otra vida, no 30 mil almas porque ni siquiera se sabe la cantidad de desaparecidos y exterminados en este país incierto, pero tenga por seguro que a más de uno le ha dado en el quinto forro.
El folklórico leit motiv oficialista de que este gobierno ha sido criticado por no reprimir las distintas protestas populares fue sacador a relucir ayer por Su Excelencia, hija de una dirigente sindical de los empleados públicos platenses. La réplica es feroz: el kirchnerismo no necesita reprimir porque para eso tiene a las patotas parasindicales, que son de vieja data, más ahora que se han dado el abrazo del oso con Hugo Moyano. Las policías federal y bonaerense les hacen zona blanca y todo queda en familia, efectivo y sobre todo impune.
Anoche, con toda su desfachatez, después de un acto en River Plate con varias decenas de miles de Masas Delivery, transportados en 4 mil micros, según le zampó el mismísimo Eduardo Duhalde, Hugo Moyano, el zar de las Obras Sociales que fue a visitar a la cárcel al cumpa en desgracia José Luis Zanola, se mandó otra demostración de fuerza y durante tres días inundó de basura a la ciudad de Buenos Aires y alrededores mandando a la huelga a los trabajadores del CEAMSE porque quieren nuevos predios para volcar los desechos. En su alocución en River sacó a relucir vieja literatura corporativista y junto a la compañía del matrimonio Kirchner reclamó para la cúpula cegegista cuotas en los tres poderes del Estado porque allí, según él, no se veían trabajadores. La réplica de Cristina chapoteó en lo lamentable: le recordó a su compañerito del alma que ella, desde los 18 años, tuvo que trabajar para estudiar y que fue empleada pública. Cris, por Dios, ¿desde cuándo en este país un empleado público trabaja en el buen sentido del término? De todas maneras la ofensiva peronista o lo que sea, en medio de este desmantelamiento y cóctel liberal-rosista, el puchero ideológico se completa con la exigencia moyanista de que los trabajadores no sólo tengan participación en las ganancias, un poquitito, como limosneó frente a un dirigente de la UIA en tevé, sino también tener acceso a la revisación de los libros contables, un pedido que fue exactamente como meterle un ají quitucho el occipucio. Los niveles de asquerosidad en que deambula sociedad argentina no sólo le valieron la cínica réplica que encantados, siempre y cuando los burgueses le puedan revisar los libros al sindicado de camioneros, la CGT y las Obras Sociales, sino que dejan para la última baza, esbozándolo sólo formalmente, que esa es una tarea de la AFIP donde la corrupción se hace un festival adornando inspectores y saben que en realidad Moyano quiere meter a los suyos para mojar también un poco el pancito en la patriótica tarea.
Cuando todavía faltan casi tres horas para el comienzo de la manifestación hacia la Casa Rosada de los partidos y movimientos de izquierda, más la CTA y otras organizaciones populares, están cortadas dos líneas ferroviarias, los subtes, y el Aeroparque prácticamente no funciona porque el personal de Aerolíneas Argentinas y de LAN Chile se ha adherido por la muerte del joven trabajador y estudiante de la FUBA asesinado ayer en Barracas. La efervescencia no parece corresponderse con la gravedad de un hecho lamentable y sí con un estado levantisco, de incordia, crispación, si nos atenemos al que acuño la expresión, el Guardia de Hierro en la Catedral, monseñor Berdoglio, mucho más peligroso que un estado prerrevolucionario ni nada que se le parezca. Las masas argentinas no están acéfalas. Mucho peor: están policéfalas y ningún grupo tiene ni siquiera un plan para llegar a la semana que viene, menos que menos un plan de país como no sea llenarse los bolsillos con los amigos, exactamente igual a lo que están haciendo los Kirchner, sólo que en ese caso cambiaríamos de apellido. Por este lado hay que buscar la condena al éxito que nos espera, según el Pitufo Duhalde, ahora acusado de sacudir el bote y donde si se cambia éxito por falta de futuro las cuentas cierran redondas.
No queremos ser originales, menos en momentos así, pero ¡ay, patria mía!, como dijo Beatriz Guido en último término.

Mariano Ferreyra yace a todo lo largo donde cayó. A la altura del hígado, la entrada del proyectil.

13.10.10

¡Y ERAN 33 DE MANO NOMAS!

A las 00.10 de hoy emergió la cápsula Fénix II, luego de un par de viajes de prueba, y apareció el minero Florencio Avalos, de 30 años, hipertenso e hipertímido, revistido de la indumentaria especialmente diseñada por la NASA. Se escuchaban los aplusos y los vítores. Terminaban 69 días de sepultura a más de 600 metros de profundidad, en la mina San José, al norte de Copiapó, en el llamado Norte Chico chileno. Totalmente parco, se abrazó con su mujer y también con su hijo desconsolado. Después llegó el turno de estrecharse con el presidente trasandino Sebastián Pineda, que había arribado al lugar a las 15:45 día del día anterior.

La sencillez de la épica y la hazaña amenazan con trivializar, banalizar todo. Allá abajo los otros 32 aguardaban su turno, asistidos por dos rescatistas especialmente entrenados, que habían bajado en los interines. Con el increíble y sincronizado operativo del Plan B empezaba a culminar la angustia del jueves 5 de agosto, más o menos a las 14:00, cuando iban a almorzar y el mundo, en la forma de 700 toneladas de roca, se les vino encima y los sepultó en lo más hondo de una mina centenaria de cobre y oro, reautorizada a seguir funcionando en más que precarias condiciones por esos hondos motivos humanitarios que tiene el capitalismo y que sólo él los comprende y disfruta. Pasaron 18 días hasta que pudieron localizarlos y que dieran señales que estaban vivos. Ya casi no quedaban esperanzas y la famosa palabra milagro era a la que acudían todos. Habían perforado el cerro y el veterano Mario Gómez, con un marcador rojo, escribió en un pedazo de papel un TXT de 33 caracteres que no tardaría en dar la vuelta al mundo:


Una obra maestra de la síntesis. Después de 33 días de perforación, de historias de todo tido tipo, la algarabía por vivir, la epopeya van a apocar, seguramente invisibilizar a los mapuches en huelga de hambre y la discusión por los royalties de la minería, la concentración de la minería nacional en cuatro o cinco familias, como la famosa Bolivia de los Patiño. También que en el paraíso neoliberal de Sudamérica, que como lo anunció Piñera antes del primer emergido, en un mensaje bilingüe, quiere convertir a Chile en el primer país latinoamericano, los 25 millones de dólares que ha sido hasta ahora el costo, la organización y el lomo lo ha puesto el Estado para solventar la hazaña salieron de las arcas de la legendaria CODELCO, estatal hasta la médula y un modelo siempre de funcionamiento. Privatistas y privados, cuando mucho, a la hora de las fotos. Los dueños se borraron. Contrataron buenos y caros abogados para decretar legalmente la quiebra y que pague Dios. El Estado, a través de diversas dependencias, corrió con la supervivencia y con el sostén, vigilancia, alimento y apoyo a una boca de la mina que ayer había devenido en una poblado de carpas y casas rodantes con unos 3 mil habitantes, la mitad de los cuales pertenecían a la fauna periodística de todo el mundo, empezando por la modesta representación de China Popular que mandó 200 para hacer una cobertura digamos normal.
Hoy es una jornada histórica. Para celebrar la condición humana y que en la crisis actual hay recreos posiblemente para la esperanza, pero recreos al fin y al cabo para disfrutar, abrazar al que está más cerca y descorchar. Cuesta creerlo porque todo parece tener el ritmo normal, cotidiano. No es para nada aventurado compararlo al día que Neil Amstrong pisó por primera vez la Luna, el 20 de julio de 1969, para nada en vivo y en directo como esta madrugada, sino trampeado por los dueños del mundo en plena Guerra Fría con la otra superpotencia. La nota la iba a poner Miguel Sepúlveda, el segundo, que cuando le abrieron ese verdadero ataúd con los colores patrios, se agachó, agarró una bolsa y en un verdadero show de ingenio, hiperkinesis y desgolletamiento total entró a sacar piedras y regalarles a todos, empezando por el presidente y la mujer, el ministro de Minería y otros más: cuando las cámaras hicieron el plano de detalle las vetas de oro relucían. Y es que en la perforación la famosa T-130 australiana descubrió una importantísima veta aurífera, posiblemente la mayor en el siglo que lleva el socavón alimentando la angurria humana.
Ahora no hubo trampas. Allá abajo, con una web cámara conectada con la superficie, en short por los 30º esperaban turno el resto, saltaban, se los veía gritar y reír a los restantes. Es muy posible que hoy, antes que den las 24:00, Los 33 -bígamos que se quedaron obligados a ejercer la monogamia porque terció hasta la Primera Dama en la defensa gremial de la fidelidad, solteros que van a hacer obligados a cumplir la promesa de casamiento hecha en la desesperación del encierro, otro que se va a encontrar con que la pololita está con premio y no le va a quedar otra, hipierkinético espiritista que subió con una mochila llena con piedras veteadas con el oro del filón que la T-130 descubrió en plena perforación, etc.- estén afuera y los aguarden contratos de tevé, editoriales, cruceros fastuosos, Pinera que ya les anunció que se los lleva como escolta en los próximos viajes presidenciales.

Por lo pronto, Chile se lo merece. Pueblo curtido en las culturas de la pobreza y las tragedia, venía en febrero de sufrir la segunda catástrofe sísmica más grande de la humanidad y con un amor la tierra, tenacidad y humildad que son dignos de destacar y mucho mejor de imitar y envidiar, otra vez estuvieron con los ojos y la atención de la humanidad encima. Alguna vez, no hace mucho, sin bibliografía, por intentar el socialismo en libertad y democracia, después para llorar la humareda y los escombros de los misiles y la muerte del hombre que supo pagar con su vida la lealtad del pueblo.
¡Salud, chilenos!


8.10.10

MUERTE, MUERTE, MUERTE, MUERTE, MUERTE


"[...] SOMOS TODOS"
En una realidad que no existe por su negación simple y llana, o psicologizando todo bajo la cobertura de que todo es un sentimiento o eso es lo que decís vos. Está negado el acceso al conocimiento cierto. Pero, en todo caso, de insistir con sus derechos mata. Y más de una vez: la Argentina es un país donde se mata dos veces. Por las dudas. A falta de oposición se ha instaurado la tevé y la Diosa Inseguridad ha ocupado en la gente el espacio que hasta no hace mucho ostentaba el culto a la Virgen Desatanudos. El oficialismo existe gracias a esa falencia y aparte de la adicción incontrolable por él de que hace gala, la esencia clánica del país siempre es compulsivo que se salga a buscar enemigos de cualquier calaña y calibre. Identificación por el contrario, supo decir Hegel.
Está empezando a caer el sol en el viernes que es el prólogo del Fin de Semana Largo y ya las salidas de Buenos Aires muestran los atoches que repetirán, siempre vía rayos catódicos, desde el atardecer del lunes que es cuando vendrá el malón rodante con el tumulto de regreso. Muchos no volverán nunca. Por sus propios medios, se quiere decir. A lo sumo en una democrática bolsa negra de plástico, provista por el Estado, a tal punto que en algunas provincias es obligatorio, se multa la ausencia, si en el vehículo el dueño no lleva una bolsa plástica mortuoria, igual que el crique o las balizas; otros tantos quedarán postrados graves por el resto de su vida y una cantidad aún mayor gozará de una convalescencia a yeso y costuras varias. Del costo social del fenómeno no se habla y, en consecuencia, tampoco existe. Como que es la mayor casual de mortalidad infantil, ganándole de lejos a la disentería y otras diarres estivales. La otra franja que aflige es segando entre los 18 y 25 años. No hay que quejarse tanto: es el costo de disfrutar la vida en un país condenado al éxito.
La sucesión última de una serie de hechos que antes se los calificaba de policiales porque los solucionaba, efectivamente, la policía y hoy por hoy la policía ha pasado a constituirse quizá en el segmento más grave de esos hechos, no dejan de llamar la atención. El resultado, claro, como en el Autoexterminio Argentino que se mencionaba recién, es la muerte. Ahora bien: no cualquier muerte, que es lo más democrático que debe tener la condición humana, sino que también hay una cultura de la muerte que reside en la forma en que se produce y se la recibe. Por ahí es donde se ha colado la dichosa Inseguridad. Aquí no se pretende negar que haya secuestros, sino lo que resulta que gracias a los medios de comunicación masiva (MCM), con la tevé a la cabeza, se ha instaurado en cuanto medio pelo ande suelto que en cualquier momento todos no sólo podemos hipotéticamente ser víctimas de uno, sino que ya lo somos. Como en 1952, en plena carnestolenda peronista, que vino una cosecha mala y hubo que comer pan negro, de centeno, nosotros, El Granero del Mundo, faltaba más, y se clamó a los cielos que ahí se iba todo a la mierda, así no podemos vivir, no se puede seguir, como machaca la tele desde noticieros que son verdaderas tribunas proselitistas. Estos augurios se han repetido cíclicamente y lo seguirán haciendo. Ya el miedo colectivo está bastante introyectado y los resultados se conocen en todo el mundo: si estamos condenados a que cualquiera nos ataque, sobre todo si es pobre, y nos va a matar, lo que hay que hacer es matarlo primero. Pero siempre con la muerte como elemento común.
Ayer, sin ir tan lejos ni picar tan alto, el portero del edificio donde estoy, un santiagueño rozagante que toca el acordeón en las peñas estaba demudado:
-¿Has visto cómo está todo? No se puede estar en ningún lado. Los sábados a la noche no se puede ir ni siquiera a un restorán. Te mirás con el de al lado porque puede ser un chorro. ¿No te ha pasado?
-No. ¿Y vos cómo lo sabés?
-Vamos con mi mujer a comer por ahí, de vez en cuando. ¿Tú no sales?
-No, querido. Me jubilaron con la mínima. A nosotros no nos matan porque no justificamos ni el costo de la bala.
Los porteros tienen sueldos de profesionales, casa gratis, tevé cable y teléfono gratis. El sindicato ocupa media manzana en el casco histórico de Monserrat. Gimnasios, tres piscinas atemperadas, teatro, educación primaria y secundaria, salones de fiestas. Editorial de publicaciones periódicas y libros a todo lujo. Un proletariado aristocrático. Magias del peronismo porque la familia entronizada peor que Grondona en la AFA tiene hasta doble apellido.
La sucesión de asaltos llamados al voleo o no, con rehenes o sin rehenes, otro tanto. "Así no podemos seguir", se escucha a cada minuto. "Esto no es vida." Al 97% de estos patriotas estremecidos de lacerante conciencia el hecho violento, sangriento, mortuorio, más cerca geográficamente que le ocurrió se puede medir en decenas de cuadras. En cuanto a relación parental, el porcentaje se achica un poco, pero acá la racionalidad y las matemáticas, sobre todo después de la proeza evisceradora que está llevando a cabo sistemáticamente el INDEC, importa muy poco. Teorema de Thomas para todo el mundo: "No importa que sea cierto o no. La gente lo toma como tal y actúa en consecuencia."

Queremos justicia,
jus-ti-cia, jus-ti-cia
claman como energúmenos, estremecidos, mintiendo y mintiéndose, en marchas espontáneas, con cartelitos improvisados donde lucen duramente las fotografías de los seres queridos dados de baja, sistemáticamente todas las marchas después de las 18 porque es la hora de los telenoticieros con mayor audiencia y marcha que no se televisa es como juntar agua con un tenedor, y porque la impunidad y el llamado garantismo en realidad son formas renovadas de la corrupción que hace rato ha podrido el entretejido social, empezando por las autoridades. Anteanoche, entre el aburrimiento y la curiosidad, me acerqué a la Plaza de Mayo para ver la concentración llamada por los deudos de un joven modelo asesinado de la peor manera, si es que hay alguna que sea mejor, en Liniers, gracias a la generosa rampa de propalación de Telenoche, el noticiero de mayor audiencia y enfrentado con el gobierno a cualquier precio. La noche anterior, apenas un rato después de haberlo enterrado, su madre y hermanos frente al micrófono del móvil de Canal 13 entenderon sanamente que tenían chapa y representatividad, desde semejante dolor, para hacerle un llamamiento al pueblo todo, como se encargó de dejar bien claro la señora. Hasta que le habían asesinado al muchacho de 28 años reconocían que jamás habían ido a una de las marchas porque eran cosas ajenas que le pasaban a otros y ahora reconocían, pedían perdón, pero nos puede pasar a todos y el pueblo tenía que escuchar esa convocatoria y marchar a la dichosa plaza porque cualquiera podía ser el próximo, algo de lo que se tiene que tomar conciencia, primero que nada porque lo certifica la tevé que está mirando y no lo informa, lo contamina.
Recién había oscurecido y con suerte llegarían a 1,5 mil en un amontonamiento inconsistente, invertebrado, que no sacaba consignas si no letanías. En un bar de la Diagonal Sur el inefable TN del mismo multimedio ya hablaba de 3 mil y calificaba de multitud. La edición online de La Nación de hoy habla de diez mil. Están alineados en la misma cueva de zorro. Mi portero de uso oficial y exclusivo se indignó: qué diez mil, había mucho más, incluso mucho más que cuando Cristina llamó a una concentración.
-¿Cómo lo sabés?
-Yo sé por qué te lo digo.
Por supuesto, a esta altura del relato es obvio: no había ido ni en joda. Repetía lo que le habían dicho y ni siquiera visto en la tele sino contado su mujer porque como dice la inglesa Jeniffer Headgreaves, mirar la tele es un deporte reservado en esta sociedad a las mujeres. Anoche, con un beato compungido siempre por el país como Mariano Grondona, la buena señora ha agarrado papa de portavoz y llamó a otra concentración en la Plaza de Mayo, donde no sólo tenemos que ir el pueblo, sin distinción de banderías, sino que en cada plaza del país el resto de los compatriotas tienen que salir con la contundente arma ruidosa y dar un cacerolazo.
¿Un ciudadano medio de Calamuchita, de buena fe, a quién le va a creer? ¿A esta bitácora, que no la lee ni mi familia ni los amigos o la catarata de imágenes del multimedio o al preclaro matutino fundado por el general que nos encabezó en la victoriosa guerra con el Paraguay?
Resumamos: con generosidad extrema, pudo haber habido diez mil o más, potencialmente y contándolo varias veces, pero aunque yo haya llegado sano y salvo de vuelta, a cualquiera nos pueden boletear o secuestrar, el clamor de tanta buena fe bañada que ahora se está yendo para la costa indica que el clamor popular es por justicia, nada de venganza, que los agarren a los autores y, cándidamente, a cargo de las más amorosas madres, se pudran en la cárcel, sic, un odio redundante que no es necesario especificar porque contrario sensu de lo que dice la Constitución, en la Argentina cualquier puede cualquier riesgo pero jamás zafar del de pudrirse porque el régimen es inhumano, violador de los derechos humanos.
Hasta que, constando el lugar común, en el lugar menos pensado salta la liebre. Un atildado argentino, correctamente vestido de tal, con un pie en la jubilación si es que ya no puso los dos, tascó la cadena y largó afuera lo que todos los reprimidos callan y están clamando:
-Que justicia ni que carajo: pena de muerte -bramó-. Hay que matarlos a todos.
El Proceso. Entre los muchos recuerdos que uno acumula me vino a la cabeza aquella mañana soleada, en Francisco Acuña de Figueroa, casi Díaz Vélez, donde yacía un hombre cuarentón, casi todo el cuerpo sobre la vereda, apenas la cabeza algo erguida sobre el mármol del edificio de depoartamentos de dos plantas, que acaba de fracasar en el asalto de la joyería de barrio ahí a la vuelta y también en el intento de poner tierra de por medio con los policías que lo sorprendieron o le hicieron la salidera, vaya uno ahora a saber. No se necesitaba ser un perito criminólogo para darse cuenta que los primeros impactos lo habían solamente tumbado, hecho caer de esa forma y quizá al intentar erguirse y clamar piedad apoyar así la cabeza, a la que se la habían cribado porque el mármol tenía una aura sanguinolenta con bastante masa encefálica de por lo menos un metro y la sangre todavía no coagulada chorreaba por las canaletas de las baldosas rumbo al cordón. Lo habían asesinado, lisa y llanamente. Los pocos que se fueron arrimando lo empezaron a festejar ni bien entraban en confianza:
-A estos hijos de puta hay tratarlos así, como a los subversivos-. Se miraban con placidez, la hondura de las convicciones pone un gesto inconfundible en los rostros.
Ahora, bajo otro reinado peronista, donde por lo tanto confusión es lo mínimo que se puede esperar, la otra religión monoteísta vigente, como es la Encuestología, dice que un 49% aprueba la gestión de Cristina y que el resto la reprueba. Por otro lado, como dijo uno de estos astrólogos de las estadísticas, entre la gente bien, concepto que recalcó, un 67% aprueba sin retaceo la gestión de los Kirchner pero simultáneamente aseguran que el año que viene no los votan ni mamados. El intercambio de ideas, la sana crítica, es para otra. En la actual Argentina rige más que peligrosamente el alistamiento, la negación total del otro. En síntesis, a esto le suelen llamar guerra: mis aliados y yo tenemos razón porque estamos del mismo bando, todos los otros jamás porque son el enemigo y sólo poseen mis defectos.




Económicamente, a nivel supermercados, restoranes, ir a la cancha y al cine, rajarse por aquí cerca los fines de semana, mucho más si son largos, indican que transitamos otro veranito de San Juan luego de dos años donde hubo zozobra. Además, como claman desde el oficialismo, cuando van apenas diez meses del 2010, ya se han vendido más 0 kms. que en todo el 2009, cifra que ya marcó un récord. Sin embargo, testimonios al voleo e informes serios de periodistas extranjeros, se pegan la cabeza contra la pared por que no entienden de qué mierda nos quejamos los argentinos, pero se trata de pobre gente, inculta, zafia, que todavía no entiende que quejarse es otro Deporte Nacional, sobre todo cuando a uno le va más o menos bien, ni qué decir bien o muy bien y hay que camuflarse de la envidia, una ponzoña peor que la Inseguridad, sobre todo proveniente del extranjero porque nos quieren ocupar el país.
Ahora, aunque cuantitativamente no se esté frente a un fenómeno incontenible ni muchos menos, se debe prestar más que una santa atención a la cantidad de mujeres jóvenes rociadas con alcohol en el pecho y la cara para luego prenderles fuego y morir ahí o tras varios días de agonía. Es un fenómeno nuevo y preocupante. Como lo es las que súbitamente desaparecen después de un bochinche de entrecasa y se las traga la tierra. Cada vez más criaturas son víctimas de una violencia a todas luces injustificable cuando la violencia, en ninguna parte de la tierra, opera con las luces encendidas. La saña, alevosía y otros rebalses puestos de manifiestos en asaltos de morondanga, cuando mucho por un auto de alta gama, como se dice ahora, rematando a los dueños a tiros en la cabeza, casi a quemarropa, son indicadores de algo más que el aumento del índice de delitos y de autores. Una pista es la insistencia de las conciencias pequeño burguesas, con los periodistas que se dicen especialistas al frente, de los reincidentes en la comisión de estos hechos. ¿No se les dio por preguntar qué les pasó adentro para que salgan y todo lo que camina sobre dos pies, más que exterminado, debe ser deshecho?
No estamos en tiempos de grandes interrogantes, bordeando la metafísica cualunque, sino de la cruel obstinación de los hechos, como tienen la costumbre de decir desde hace mucho los sajones. La tilinguería de un gobierno claramente obsceno, abiertamente enfrentado a la Corte Suprema que quiso imponer y donde El Pingüino, como buen peronista o algo así, llama a los jóvenes a la transgresión, jamás a la revolución, porque los peronistas jamás serán revolucionarios, de quilomberos nunca han pasado, sirve para a mano como tenerlo beneficio de inventario pero no para explicar la vastedad y peligrosidad del fenómeno.
Antes que dejarla injustamente olvidada, la droga también está haciendo lo suyo. Las dosis tienen un presente efímero maravilloso. El fin siempre es el mismo. Además explica los súbitos enriquecimientos de una minoría que han hecho florecer countries, barrios cerrados, mansiones y demás en el norte del GBA. Las custodias privadas constituyen, sin exageración, un verdadero ejército que nadie se ha animado a auditorear contablemente. Días atrás, en otro hecho televisable, apareció en la pantalla que la víctima practicaba el culto de San La Muerte y aparecieron unos umbandas, sacerdotizos o quiera llamárseles, que efectivamente se presentaron como devotos y pregonadores del culto, pero que nada que ver con la delincuencia, aseguraron. Es muy posible. Más allá de cualquier opinión parecía gente sincera y por salir en una cámara hoy día se hace prácticamente cualquier cosa. Los osados movileros de la tevé presentaron la novedad como el culto de la nueva delincuencia antes de salir de raid o safaris y poder volver con vida. Los que quieran saber un poco más sobre el asunto se pueden dar una vuelta en lo que se sabe del tema.
Como mucho más preocupante y claramente emblemático aparece el caso del chico Matías Berardi, de 16 años, al que secuestraron al amanecer en un cruce de rutas, cuando volvía de un baile, como si le pidieran un cigarrillo, arrancaron pidiéndole al padre, un veterinario especializado en caballos de polo, todos de un barrio residencial del GBA zona norte, 500 pesos de rescate y horas después habían subido las exigencias a 6000, pero al otro día, en un descampado cercano, el muchachito aparecía muerto de un tiro de 9mm. en la espalda, descerrajado después de haberlo hecho poner de rodillas. Cuando se supieron los pormenores empezaron los escalofríos. Verdaderos iniciados en la materia, mucho más esta especialidad, durante las horas que lo mantuvieron vivo, anduvo rotando de casa en casa hasta que en la última, una gran herrería, se pelearon entre ellos porque no tenían libreto para seguirla y el chico, que estaba desatado, aprovechó para fugarse. Era una barriada humilde. Gritaba desesperado que lo ayudaran, lo habían secuestrado, dónde estaba, y en su persecución salieron las mujeres de los autores que de manera automática encontraron el antídoto: gritaron al unísono que no le hicieran caso, era un chorrito que las había querido robar y las ventanas y las puertas se entraron a cerrar. Un remís que acababa de dejar un pasajero y que el chico alcanzó a manotearle una manivela, salió arando. Más de un vecino de buena conciencia ayudó a los varones a recapturarlo y los otros lo subieron al auto en que habían salido a darle caza, agradecieron los patrióticos servicios prestados, lo cargaron, lo transportaron hasta el lugar descampado y lo despenaron sin más trámites.
Matías Berardi es la primera víctima, ahora sí, de la Inseguridad como ideología impuesta por el terrorismo informativo y la necesidad, el deseo, de ser alguien gracias a un enemigo que nos acosa, que quiere quedarse con lo nuestro aunque apenas tengamos una pava para el mate. Pero además, es la introyección del pánico de los que tienen porque manotearon en el barullo de corrupción y viven temerosos de que la dichosa Justicia reclamada sea algún día cierta, los expropien y terminen en chirona. En el colmo de los colmos, salió a la luz que por lo menos desde hace una década en varias provincias no destacadas por su riqueza natural y desarrollo hay policías infantiles, cursos virtualmente truchos para formar canitas desde la más tierna infancia.
El famoso Fulano de Tal somos todos que se corea para identificarse con la víctima en el trágico fin dio un giro macabro. Los Fulanos de Tal capaces de convertirse en cazadores y verdugos de ocasión para expiar culpas de falsa conciencia, de todo lo que sabemos, tenemos a mano y nos falta coraje para erradicarlo, con una clase dirigente que además de corrupta es penosa, eso es lo que somos todos y hacia donde realmente se quiere ir. ¿No se dan cuenta que la inseguridad está en todos lados? Bertold Brecht escribió, totalmente al pedo por lo menos para estas latitudes, que no hay nada más parecido a un fascista que un pequeño burgués asustado. [AR]

4.10.10

EL DIA QUE LA REALIDAD ENTRO A LA ROSADA


CREER O REVENTAR
Ya fue subido. Se puede leer online o bajarlo. El sostén, claro, es PDF. Cada cual hace lo que quiere. Ahora creer o no lo que pasó a partir del 2 de agosto del 2006, cuando para una payasada mediática mediante a las que son tan afectos, a lo que no habíamos traído la copa y sí el mejor árbitro del mundo, lo invitaron a Horacio Elizondo a la Rosada, éste le regaló las pilchas del último partido y las tarjetas, incluso la roja con que había echado al Gran Zizou diez minutos antes de su gloria eterna, porque era su último partido y el tano provocador le vino a hablar de la hermana, justo islámica la nena, y el nativo de Río Gallegos, hincha de Racing para colmo, que venía con viento de cola y un rasposo 22,6% de los votos lo habían llevado a casi un 80% de imagen positiva, después de haber agarrado el bastón de mando al revés cuando se lo pasó Duhalde, cabecear cuanta máquina de fotógrafo se le puso adelante, va que no tiene mejor idea que hacerse el gracioso y sacarle la roja a la prensa, como lo testimonia para los tiempos la foto y la sonrisita mefistofélica, tan simpática. ¿Nadie del entorno de yupis le dijo que el silbato del árbitro es la irrupción de la realidad y el fin de la magia del juego? Y si alguno se lo dijo, con lo dúctil que es para las opiniones ajenas, se lo debe haber metido en el tugets porque el mundo está para llevárselo por delante, no para comprenderlo, y transformarlo para tratarlo de mejorar un poco. Pero lo que empezó a venir después, con la 125 y la valijita de Antonini Wilson para dar solamente un par de las cagadas más estruendosas, es para no creer. Pisaron el jabón en la bañadera y se vinieron de coté. Ahora, por supuesto, la polvareda y puteadas del desparramo tiene el agregado de testimonios de viejos zorros del silbato, las historietas de las internita entre la AAA, la AFA que está enfrente y el SADRA, más algunas otras preciosuras que incluyen al negoción japonés de Fútbol para Todos y otros cuantos disparates para redondear. No se piden aplausos. Puteen todo lo que quieran. Eso sí, después no digan que no se les avisó. No se coman otra vez El Cuento del Tío. Una puede ser ingenuidad, pero dos es boludez irreversible y terminal. ¿Está claro? Si todavía insisten, un clic en la reproducción facsimilar de la tapa del trabajo, arriba de todo. Si quieren bajarlo ya, sin otros chiches, además si aparte cuentan con el chiche de móviles capaces de leer TXTs en el subte, entren a http://www.wattpad.com/ como cristianos bien nacidos y sin más cargos que los de conciencia se apropian de una versión inédita y limpiecita. De cualquier forma, que sea con salú, che, y no olvidar que todo es un sentimiento que no podemos parar.