10.8.05

PERSISTENCIAS DE NIRA ETCHENIQUE

PERDURABILIDAD DE LA LITERATURA

Por decisión tomada en vida, totalmente conciente y con las facultades mentales intactas, incluso hasta el último instante, Nira Etchenique fue cremada. Sandra, Pablo y Claudio, sus tres hijos sobrevivientes (Gabriella murió hace bastante, muy joven) y un puñadito más de íntimos quedaron custodios de la pequeña urna. La verdadera perdurabilidad es otra: la imagen y el recuerdo de los otros, los libros de poesía, ensayos, novelas y cuentos. El último, justamente una novela, ha quedado inédito. Ya a fines de noviembre del 2003, en un café, al poeta Marcos Silber, después de décadas de trato y de amistad, se le descolgó con su estilo tan típico: «Quiero apurarme en corregirla y que quede lista de una vez. ¿Sabés que va a ser mi obra póstuma?» Los años y la confianza hicieron que la respuesta entrara dentro del rubo colectiveros-taxistas, no literato. «En serio, Marcos. Tengo esa sensación.»

Cuando en marzo del año siguiente apareció el resultado de la primer biopsia, inapelable, hay constancias varias que la tranquiliazaba en grado extremo haberla justo terminado de corregir, justo cuando comenzaba a arreciar los síntomas de lo que parecía una neumonía y bronquitis crónica, terrible disnea, una tos perruna, un jadeo que por momentos no la dejaba hablar y la hacía abrir grande la boca para seguir: «Por lo menos la novela está terminada. Ojalá me alcance para que pueda publicarla.»

No pudo ser. Una inicial y auspiciosa recuperación, la ostensible reducción que mostraba «la papa», como le decía ella, en porteño antiguo, del pulmón derecho, sufrió un feroz contrataque una noche, cuando una hemorragia intestinal la llevó al quirófano de urgencia y se encontraron con otro que no era metástasis. Lo habían pescado al comienzo y consiguieron eliminarlo. Se estaba recuperando cuando después de tanta pelea y sufrimiento vino una complicación y el final, plácido, somnoliente, en el atardecer del sábado 6 de agosto. El hijo que por razones de trabajo vive en Europa había alcanzado a llegar a Ezeiza esa mañana, Sandra, que hace mucho está instalada en Buzios, había llegado tres semanas antes y el más chico, vive prácticamente a la vuelta. Estuvieron hablando. Dio las últimas órdenes y los últimos deseos. Luego, la somnolencia. Ya estaban advertidos, desde 48 horas antes, que quedaba muy poco y mejor dejarla en su casa, en la cama, terminar como antes, con los zapatos puestos y en la casa.

Un inventario mínimo de lo que dejó hecho, S.E.uO., está en este listado:

  • Mi canto caído (poemas, Buenos Aires, 1952)
  • Esta tierra puesta en soledad (poemas, Buenos Aires, 1955)
  • Horario corrido y sábado inglés (poemas, 1957, Buenos Aires). Faja de honor de la SADE. Traducido al francés y al checoeslovaco.
  • Alfonsina Storni (ensayo, Buenos Aires,1958)
  • Los dueños del hambre (poemas, Buenos Aires, 1959)
  • Roberto Arlt (ensayo, 1961, Buenos Aires). Faja de honor de la SADE
  • Diez y punto (poemas, 1965 primera edición, 1968 la cuarta, Buenos Aires)
  • Sur (cuentos, 1966)
  • Diez y punto (poemas leídos por la autora, acompañados por el bandoneón de Rodolfo Mederos, 1966). LP de vinilo con tapa hecha con una xilografía de Sigfredo Pastor a dos colores y el sello de Producciones Matus que lleva el N° 101
  • Ultimo oficio (poemas, 1967 primera edición, 1974 segunda)
  • Tempestad es la palabra (poemas, Buenos Aires,1971)
  • Tiempo de tango y tempestad (espectáculo basado en el libro, musicalizado por el pianista Sebastián Britos, 1972)
  • Diez y punto/Ultimo oficio, Editorial Adiax, Buenos Aires, 1980
  • Disco 33 rpm simple con la orquesta de Sebastián Britos, dos de los tangos del espectáculo, 1973
  • Persona (novela, 1982, Editorial Sudamericana, Buenos Aires). Premio Fundación Dupuytren.
  • Judith querida (novela, 2000). Buenos Aires, Ediciones Corregidor
  • Vox Populi. El cuento que le da el título ganó el premio Ciudad de Barañáin, Navarra, España, 2001. Edición de lujo del pequeño volumen, en una caja, encuadernado en pasta, del Ayuntamiento de Navarra que otorgó la distinción
  • Vox Populi (Cuentos, 2003). Buenos Aires, Goijman Editor
  • Nira, Diez & Punto. CDs con las pistas del LP de vinilo editado en 1966, una introducción de ella, en agosto del 2004, repensando un trabajo con tantos años y en nuevo sostén, más tres tangos con Sebastián Britos, grabados no profesionalmente en un casete, y para los que tienen computadora la edición electrónica en formato .PDF del libro y fotos de cuando apareció la primera edición, sola y con Cátulo Castillo, en la playa de Buzios cuando fue a visitar a la hija, leyendo en un recital y otra, prácticamente la última, en la presentación de un libro de un amigo. I-BUCS * Ediciones Electrónicas Multimedia, setiembre del 2004, edición restringida, no comercial
  • Nira, Diez & Punto. Edición multimedia, con lenguaje HTML, de los poemas del libro, la posibilidad de escucharlo leído por ella, acompañada del bandoneón de Rodolfo Mederos, las tapas de todos sus libros, fotos de varias etapas de su vida y también la edición en .PDF. Edición restringida, no comercial de I-BUCS * Ediciones Electrónicas Multimedia, octubre del 2004.
  • Antología personal. Poemas seleccionados por la autora para ser distribuídos gratuitamente y leídos por alumnos de colegios secundarios públicos. Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mayo del 2005.

Toda una vida, simplemente. Los que quieran hacerse gratuitamente de una versión PDF de Diez & Punto, con la tapa original de Josefina Robirosa, escucharla por lo menos a Nira y recitar un poema y ver algunas de los fotos, pueden hacerlo desde la página subida para ella en el sitio que tiene I-BUCS en la red con solamente cliquear el subrayado. Cualquiera de los dos CDs, los sábados a la mañana, desde las 10 hasta las 14, en la mesa con publicaciones que instala Baires Popular en Boedo y pasaje San Ignacio, sobre una de las vidrieras del Café Clásico y Literario Margot.

Tan simple como eso, Nira ya no está. Nunca más su voz en el teléfono y la voz ronquita, el tonito impagable, y su ya hecha clásica fórmula del último tiempo: «Che, ¿qué querés? ¿El último parte médico?» No. Ya la estamos extrañando. Sobre todo aún en los momentos más duros del tratamiento en los últimos meses, la trombosis en el ojo izquierdo y esa nuble blanca que no la dejaba leer y la desesperaba, que le había sacado su verdadero mundo, como eran los libros, sobre todo las novelas policiales, de las que era fanática y se trenzaba en ardorosas polémicas defendiendo a sus autores favoritos, pero sobre todo esa capacidad de reírse de todo, hasta de la muerte, incluso cuando vio que los plazos se acortaban cada vez más.

Fundamentalmente se nos ha ido una compañera, en el más meta y patafísico (Cortázar) sentido del término, esa especie amanezada ecológicamente por la extinción como los pingüinos, las ballenas y tantas aves. Ahí es donde más se multiplica la ausencia que siempre deja la muerte. [AR]