17.10.05

¿LA HISTORIA SE REPITE?

Ahora dicen oficialmente que en el ex penal militar de Magdalena, desde hace un tiempo civilizado, por una cuestión del las tantas entre internos, se pelearon, prendieron los colchones de gomaespuma y se achicharraron y asfixiaron 32 de ellos. La versión es muy parecida a la del famoso Pabellón 4, de Villa Devoto, el crimen colectivo quizá más monstruoso entre los tantos cometidos durante los Años Negros, donde un número nunca precisamente
determinado de detenidos, pero alrededor de 70, fueron achicharrados hasta con lanzallamas cuando se atrincheraron de una requisa feroz poniendo los colchones como escudo, no les abrieron las rejas y encima los ametrallaron desde la pasarela.

No es tanto. sea como sea, lo que ocurrió en Magdalena. Eso sí, en la Argentina, nunca los hechos sucedieron como después cuentan las versiones oficiales. El mero instinto de supervivencia de un preso le dice que jamás prender fuego a colchones que son bombas de tiempo que tiran esquirlas como antorchas que se prenden al cuerpo como napalm, aparte de exhalar una humareda negra mortal. Es preferible comer vidrio. O igual a comer vidrio. O aniquilarse a dentelladas. En este caso no sería una rencilla entre patotitas enfrentadas, algo bastante común en cualquier penal del país, si nos atenemos a la candorosa versión de las autoridades, que no explica razonablemente por qué el personal se olvidó de abrir las rejas para que escapara el mayor número de reclusos, si no un suicidio colectivo.