30.6.06

¡CHICOS, SE ACABO EL RECREO!

El Apache Tevez y Javier Masclloran todo su desconsuelo. La derrota es una muerte simólica.

A ESTUDIAR Y LABURAR QUE SE VIENE LA NOCHE

Esta tarde en Berlín, luego de un alargue de 30' y por penales, en un partido por demás parejo y con una actuación más que decorosa, los dueños de casa pasaron a las semifinales y dejaron afuera a la Argentina. Asuetos en los colegios, rajes del laburo, TV de plasma comprados en cantidades récords con evasiones impositivas, bocinazos, el vaho narcotizante con la media docena que se les obsequió a ese fantasma de nación que fue la fusión de Serbia y Montenegro, el susto con los mexicanos salvado gracias a un zapatazo providencial de Maxi Rodríguez, todo eso se terminó.

Hasta las discusiones al dope de los que creen que el fútbol es eterno y los babiecas de los antifútbol, que por llevar la contra, eternizan lo que es más efímero que un cuesco en un canasto. En un país de una relación claramente exagerada con el fútbol, como definió Jorge Valdano en Clarín con motivo del vigésimo aniversario de La Mano de Dios y el otro, la divinidad en que se convirtió a un jugador que pasó a ser sinónimo de argentinidad, justamente por esa clara relación exagerada, ya no pensará en la trascendia del gesto operístico de no desfilar junto a sus compatriotas, compañeros y colegas el día de la inauguración, formando parte de delegación y atrás de la bandera patria, haciendo rancho aparte para su propia inauguración y visitando e irrumpiendo claramente en el campamento argentino como excepción, para llevar sus palabras iluminadas a los jovencitos inexpertos, todo bajo la anuencia tácita del mandamás de la AFA que había fracasado en ponerlo como manager de José Pekerman y éste que de pronto, en medio de la conferencia de prensa, anuncia que se va cuando el otro había dicho que había Pekerman para rato y el 10 que su sueño es ser DT de la selección nacional. ¿Ya se olvidó todo lo que pasó en 1994, cuando tenía un paraequipo propio médico para adelgazarlo y revitalizarlo, que estaba fuera de las normas, y en el control antidóping le encontraron un cóctel de efedrina que él juró por las hijas que se trató de un error por no saber inglés y comprar en una farmacia norteamericana algo que no correspondía y un amanuense descerrajar un libro donde se clama su inocencia y la participación de la CIA en una conspiración para ralearlo y cortarle las piernas?


La AFA se trae en las arcas, para repartir entre jugadores y cuerpo técnico, 8 millones de dólares y de esperar que no se olviden de traer de vuelta, a un costo alrededor de los 300 mil dólares, las tres toneladas (3 mil kgs.) de equipaje no acompañado con que partieron, cosa que no faltaran slip, medias, camisetas sin mangas, la original, la azul de muleto, zapatitos de todos los colores y marcas. También es de esperar que mañana peguen el retorno los 250 dirigentes invitados por el califa Julio Humberto Grondona para sus propias RR.PP. y que no se queden hasta el final, con todo pago, como representación simbólica. Como dijera Borges en 1978, cuando nadie se animaba y a él lo protegía el paraguas de su prestigio intelectual, la vejez y la ceguera, los Mundiales son una calamidad que por suerte pasan pronto y para lo único que sirven es para que aumenten los precios. Acá, entre gol y gol, volveremos, volveremos, el PE, con el titular a la cabeza, se aumentaron los sueldos un 55% y los legisladores un 19%. Evo Morales vino entre charangos, quenas y sikus. El gas se fue a 5 dólares y hay que ver cuánto se le puede enchufar a los chilenos de este garrón porque la incidencia de semejante insumo va a pesar en los precios. Las relaciones con la Moncloa andan a partir de un chupete, pero entre el presidente santacruceño y la Repsol-YPF un sólo corazón y las tarifas de los servicios públicos, despacito, despacito, como en el fulbo, hay que aumentarlas por más que nos obsequiaran con un 5% de las acciones de unas Aerolíneas Argentinas que salvo los dos Tango para uso oficial y exclusivo tiene aeronaves alquiladas.

Esas vacaciones de la realidad que son los deportes, particularmente el fútbol, estirando la evasión de los 90' reglamentarios por fin de semana a un mes, se acaban de terminar y un poco antes. Empezaron el viernes 10 de este mes, con un triunfo bastante pedorro frente a los ignotos de Costa de Marfil, y terminaron hoy, más o menos a las 15:30 hora local por el alargue, tres semanas después. Hasta el 2008, en Sudáfrica, salvo unas 427 copas locales, sudamericanas, americanas e incluso transoceánicas, más todos los campeonatos partidos en ocho por lo menos para que sean más partidos y mayor gilada compre alguna entrada y TyC tenga apara abastecerse como el Pacman, no va a haber más Mundial, se va a terminar el bombardeo mediático insoportable y grosero, barato, la peregrinación de jetoneros de todo calibre a Alemania, ya sean periodistas, actores, políticos, aventureros, barrabravas, pungas y turistas sui géneris.


Finish. Kaput. Cest finie. E finito. Acabóse.

La realidad es tirana.

Y Alemania 2006, para Argentina, acaba de comenzar a ser recuerdo en lo estrictamente deportivo. En el país de la relación exagerada recién comienza la cacería generalizada de cabezas a colgar, si Riquelme sí o si Riquelme no, por qué Lionel Messi, consagrado sin jugar, a los 19 años el nuevo Maradona, fue prácticamente un espectador que no pagó entrada, si había necesidad de jugar con dos 5, cómo poner a Julio Cruz, (a) El Jardinero, con 31 años y menos hábil que cualquier europeo poco hábil con lo que quedaba en el banco, urgente buscar a un mufa que fue la causa real de la lesión del Pato Abbondanzieri, un atajador de penales en ese partido, y olvidarse cómo reventaron a Germán Lux, que era el verdadero arquero suplente, so pretexto de mal ejemplo para el grupo que estuviera todavía elaborando el duelo de su hermano suicidado cuagtro meses antes y casualmente pusieron de tercer arquero al de Independiente, de casualidad el equipo del dueño de la pelota. Para colmo, el papelón de las piñas finales por haber entrado en la clásica provocación del babieca contrario que nunca falta y en el país el secuestro durante exactamente todo el Mundial de un revendedor de autos del GBA por el que se pagó un total de 60 mil dólares de rescate porque la primera cuota se la habría mexicaneado otra banda y el ajusticimiento sumario, también en el GBA, de un chico de 15, después de torturas y prenderle fuego mientras agonizaba, por ser el responsable de haberle pegado una tunda que dejó de hospital al dueño del televisor usado en el barrio pobre y sus tres hijos mayores, de entre 35 y 42 años, dos de ellos suboficiales de Marina de la ESMA y el otro perteneciente a ese Ejército Fantasma que es el de los custodios privados, lo levantaron en un Falcon verde de vidrios polarizados, efectivizaron la venganza por la paliza que tiene en terapia intensiva al padre, desató un enfrentamiento entre una jueza de menores que fue miembro de un organismo de derechos humanos y le reclamó al gobierno que no alcanza con descolgar retratos ni repartir planes de beneficencia sino que hay erradicar la pobreza, la deserción escolar y el buraco en la salud pública con medidas concretas, todo esto mientras se encara la enésima reforma al Código Penal para -entre otras cosas- sacar la figura de la asociación ilícita a ver si la aplican de una vez a las barras bravas, las tienen que meter presas con dirigentes y todo y no puede ir ninguno al próximo Mundial de Sudáfrica.

Volveremos, volveremos... A Ezeiza, por lo menos. Y lo de los 3 mil kilos nadie se va a ocupar porque el chiquitaje es para los boludos de siempre y como en el 66, siempre los alemanes, nos pusieron un árbitro eslovaco de un país de al lado, que hummm..., no es que sea mal pensado, porque los fantasmas no existen, pero que los hay, los hay.

A 40 AÑOS DE LA PAYASADA PATRIOTERA

Tumulto en la mitad de la cancha. Lo califcaron de afano de los piratas.

SALVO UNO, NADIE VIO NADA


Hace cuatro décadas, el 23 de junio de 1966, la selección argentina bajo la batuta de un Valentín Suárez, (a) El Zorro o El Hombre Esperado, ex secretario privado de Eva Perón y funcionario del Ministerio de Trabajo, presidente de Banfield y piscólogo laboral sin título habilitante, que se aprestaba a asaltar la AFA tras el golpe de Estado que derrocara a Arturo Illia y era el poder detrás del trono de las DT que adornaban el buzo de Juan Carlos Lorenzo, (a) El Toto, en Wembley se enfrentaron también por octavos de final los dueños de casa y los celestiblancos que por cábala habían empado con la Alemania Federal para no tener que jugar con los uruguayos que tienen siempre la mala costumbre de arruinarnos la fiesta, tanto a nosotros como a los brasileños. La orden era empiojar todo, sobre todo al capitán Antonio Ubaldo Rattin, (a) El Rata, actual diputado nacional por el partido del carapintada Aldo Rico, y el recurso de pedir el intérprete por cualquier cosa entró a esgunfiar al árbitro alemán Rudolf Kreitlein. En aquel entonces los partidos se filmaban en 16mm., blanco y negro, una sola cámara, y se los veía en diferido por tevé 48 horas después. Hubo un evidente foul en un ataque inglés en el área argentina, el alemán no lo cobró, siguió el juego, la pelota fue rechazada y el objetivo de la cámara se fue tras ella. Rattín se fue tras el Kreitlein, que corría para el centro de la cancha, jodiéndolo, señalándose su brazalete de capitán hasta que el pelado, sin dejar de correr, le hizo con la mano que se las tomara, basta, y entonces el ex botero de San Fernando, último gran caudillo del fútbol y boquense de alma y por quintaesencia, se le puso a la par y con la mano derecha frotó el pulgar sobre el índice en un lenguaje que se entiende en todos los idiomas. No había tarjetas rojas. Pero lo mismo lo rajó. Maestros de las confusiones, se armó el borbollón, nadie quería entender nada, El Rata no se quería y terminó sentándose en la alfombra roja de la Reina que por supuesto no estaba porque si no lo sacaban a patadas en el culo, arancó un banderín, todos los ingleses enardecidos en las tribunas gritaban Animals! y cuando terminó el encuentro, clara y tranquilamente favorable a los locales por 1 a 0, a la salida también hubo borbollón, El Loco Gatti y El Pato Pastoriza que habían estado en el banco de suplentes le calzaron varios mamporros al soplapitos bachicha y todos volvieron a Argentina como héroes y a los héroes los recibe el presidente de la república en la Casa Rosada, algo que con gran patriotismo hizo el general Juan Carlos Onganía, que acababa de inaugurar la cursillista y corporativista Revolución Argentina, desalojar a los garrotazos a judíos y comunistas de la Universidad de Buenos Aires, liquidando 40 años de ciencia y tecnología, implantaba las fronteras ideológicas, se iba a comer dos cordobazos y le iba a quedar colgado para siempre el mochuelo del secuestro y muerte de su camarada de armas, Pedro Eugenio Aramburu. De canciller, por casualidad, tenía a Nicanor Costa Méndez, de la Deltec, el mismo de abril de 1982, en circunstancias de otro golpe, y con esa natural propensión al engorre, entre el nuevo ensayo fachistón, el nacionalismo, la guerrilla que algunas partes tenía pintado de rojo que ya se venía y demás, Dardo Cabo, hijo de un dirigente metalúrgico que años después va a ser capturado y asesinado como montonero, y Cristina Vernier, más el sostén de Héctor Ricardo García desde Crónica, se mandaron una reivindicación simbólica aterrizando en avioneta en las Malvinas. La tarzada terminó como le terminaban al autor original de las tarzanadas cuando se le cortaba la liana. El malón de periodistas especializados enviados a Londres superaban los 150, pero ninguno vio nada. El único que lo hizo, que dijo que Alfredo Destéfano le adelantó que había chimentos que se venía algo turbio, que su compañero de cabina no entendía a qué jugaban los argentinos, si era a hacerse echar, y lo que pasó realmente con el pelado alemán, fue Dante Panzeri. Al pedo. Una golondrina no hace verano. Hasta los progres siguen glorificando la patriotada barata. Como el caso de Roberto Perfumo, (a) El Mariscal, que era el N° 2 de ese equipo y que como para él hay que decir según el periodista que tiene adelante, dijo cualquier verdura y participó también en cada jornada recordatoria del episodio histórico que tuvo al Rata como héroe y como mártir, también supo de los halagos del poder, un poco cortidos, es cierto, como fugaz secretario de Deportes de la Nación del transversalista Néstor Kirchner. Este 40° aniversario nos pescó con la resaca del pedo del 6 a 0 a los pobres serbios, así que nos tenemos que aprestar para que en el 2016 se festeje el medio siglo como corresponde: tan al pedo, atrayente y patriotera como fue la payasada original.

Preferiblemente en el Obelisco, che, eh.

26.6.06

¿TE ACORDAS, HERMANO?


QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA

En junio de 1986, con el sello editorial de Nueva América, aparecía Muerte en la Cancha 1958-1985, de Amílcar Romero. El tema de fondo era por primera vez tratado y a eso se agregaba que en el período señalado se daba la singularidad de contarse con un centenar de hechos fatales. El final rematado con un Continuará despertó algunos escozores amistosos con los editores por cierta actitud timorata, el temor a herir la susceptibilidad de los cagones de la kulturita argentina, como les decía Cortázar, y la diferencia se zanjó con un terminante que si estaba de acuerdo en que la cosa iba a seguir, había que jugarse, ni la literatura testimonial y la industria del libro estaban en juego. Quedó, entonces, el Continuará y el libro digamos, por un decir, que estaba en la calle y ya había un muerto más.

A esto no tardó de agregarse muchísimas más singularidades. Primero que el pretendido centenar era, en realidad, 102, para nada un hecho meramente cuantitativo, máxime cuando hay vidas humanas de por medio, y segundo que hasta que no aparezca un dato mejor, se trata de uno de los libros de cualquier género que más se ha citado, menos se ha leído (sobre todo entre los que lo empezaron a poner como lugar común de la bibliografía del final, para no desentonar y curtirla de leídos) y mucho menos vendido. Eso sí, alguna cucarda ha merecido: en más de una tecnicatura, tanto en universidades estatales como de la enseñanza privada, lo han puesto de lectura obligatoria en no muchas y de alternativa en varias más. Algo es algo; siempre más que nada. Ahora bien; en un balance somero a tantos años vista, entre tantas catástrofes comerciales y la cuesta abajo en la rodada de lo que sea cultura o por lo menos aspire a serlo, se lo debe tomar en cuenta con méritos propios como para tener su lugarcito, si no en el podio, por lo menos en la foto.

La mayor parte de la edición, hecha todavía con linotipos y plomo caliente, durmió durante por lo menos una década el sueño de los justos en un depósito de un viejo edificio de la calle Talcahuano, entre Corrientes y Lavalle, junto a otros congéneres del mismo sello u otro nombre de fantasía, como una lujosa edición de tapas duras y sobrecubiertas acerca de la gloriosa trayectoria de Los Pumas y El asesinato del wing izquierdo, una exhumación del género folletinesco que había realizado Jorge Fernández Díaz por ese tiempo, anticipándose imaginativamente a la constitución de una agrupación de padres de hijos muertos en las canchas que se movían en una Traffic, con una estructura, motivaciones y objetivos muy similares a los de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Los hallazgos, apartes de los literarios, que no eran pocos, acuñaba por primera vez la expresión Secuestros SA, que a partir de ahí tuvieron a bien afanársela sin escrúpulos, comillas ni cita como corresponde hasta el día de la fecha.

Hubo un tiempo bastante largo en que como abrazos a un rencor con el excelente trabajo de Fernández Díaz, envasados contra cualquier contaminación por una común envoltura en esa película de polietileno con que ahora se envuelve todo, aparecieron los dos, colita contra colita, a $ 0,50 cash, no se admitían tarjetas de crédito, en una librería frente a los Tribunales de San Isidro, propiedad del gerente del sello editor. Ni así pudieron agotarlo. En los primeros tiempos de la salida fue tal el aparato de distribución puesto como infraestructura que la mayoría de deudos, parientes y amigos de las víctimas tuvieron que ir directamente hasta la sede central de Talcahuano al 400 a comprarlo, cuando ahi no se vende al menudeo y la molestia de la empleada de tener que ir hasta el depósito, al fondo de un edificio que se está cayendo a pedazos y llenarse todas las manos de polvo.

Más de un humorista conocido o amigo de los que nunca faltan, enterados de esta retahíla inédita en la campaña de promoción, entró a hacer correr la bola que en realidad Nueva América era una cortina de humo de El Abuelo, por entonces vivo, y Julio Humberto Grondona para lavar dinero proveniente de la venta ilegal de pororó en las canchas. Mejor ni tocar el punto contrato de edición y rendición periódica de cuentas.

En la actualidad, en una tómbola asquerosa que renueva cada muerte y con La Nación a la cabeza regateando los asesinatos policiales oficiales, la contumacia y obediencia debida de El Gráfico hasta que la Industria del Espectáculo lo barrió hasta convertirlo en una versión mensual de la Radiolandia del fútbol, más los patrióticos esfuerzos de la cantidad de alcagüetes que tiene la AFA, el total supera los 240, y aunque los babiecas trillan lugares comunes como que a los finaditos la vida no se la devuelve nadie y la sangre es lo más democrático que tenemos a mano, el fenómeno ha cambiado cualitativamente y si vivir implica ya antropológicamente una muy compleja cultura, matar y morir no lo es menos.

Como cada Mundial tiene a bien producir en el neoliberalismo, éste también tuvo lo suyo en materia de libros de ocasión, pero todo bien light, no se trata de andar nombrando al Diablo en la casa de Dios. Es hasta una cuestión de buen gusto. Pero incontrolable como todo fenómeno humano colectivo están en marcha simultánea dos documentales sobre la Puerta 12, gente de una de las principales universidades privadas está a punto de largarse con otro sobre las barras bravas en general y en Europa ya hay más que borradores hechos para una coproducción que se salga de una vez de los espectacular del fenómeno y por lo menos arriesgue alguna hipótesis en este jabón de la bañadera que se sigue resbalando y que llega al colmo de ir con escolta policial propia a Alemania, hacer bien los deberes con la FIFA, ya ha generado tres leyes especiales, dos se han quedado esperando y tienen una subsecretaria de Estado nacional a cargo del asunto, todo en medio no se sabe si de una tara colectiva o de una perversión realmente revulsiva, porque la nomenclatura oficial sigue siendo la de marginales, una minoría de delincuentes enquistada en el fútbol, malandrines comunes disfrazados de hinchas, etc., mientras el principal referente se casa y veranea en Pinamar, es un ñoqui del gobierno municipal, se casa con una asesora del gobierno provincial de Buenos Aires y cuando se la ve peludas en Tribunales llama al Jefe de Gabinete con el celular por la línea directa.

En cuanto a la posibilidad de una reedición actualizada, si es fiel a la más estricta verdad, conversaciones en forma de ofertas volátiles no faltaron, la rotunda confirmación de lo que también fue el marketing primero ha alejado cualquier posibilidad de seguir adelante. Sin embargo, si bien biológicamente llega el tiempo en que se deja de ser joven, por el mismo motivo hay otros que lo son y no falta el que se encuentra persistiendo en hacer una remake, hablando con editoriales que como la canción de Pablo Milanés a todo dicen que sí, jamás dicen que no, para luego poner a macerar en algún cajón los originales y siempre encontrar que hay un leve sesgo en el enfoque en una tema tan interesante y tan actual, porque si los rompepelotas que son DT ad hoc sobran, los que encuentran que siempre tienen la justa sobre el libro de violencia del fútbol de otro abundan como los virus informáticos.

Han pasado veinte años. Por una convención absolutamente arbitraria es el tiempo que se estipula para el desarrollo y entrada en acción de una nueva generación. Y el fenómeno de Los Muchachos, o Batatas, como se los llegó a denominar en pleno apogeo de la Segunda Década Infame, no ha dejado de desarrollarse como para que ya no quepan dudas que forman parte del paisaje, igual que Caminito o el Obelisco, y que la trillada minoría infiltrada en realidad es la vanguardia de una clase dirigente para hacer los trabajos sucios que para nada curiosamente permite la infiltración de elementos extraños, minoritarios, menos que menos decentes, trabajadores, ciudadanos comunes, en una sociedad ya descaradamente anómica y lumpenizada. A punto tal que a nadie se le ocurrió mencionar lo que está a la vista, como son los hilos conductores que van de la construcción del Monumental, en 1930, a la primera masacre en junio de 1944, y pasando por la Puerta 12 de casi un cuarto de siglo después, ya con 80 muertos a cuestas, encontrar que República Cromañón con sus 194 no podía si no ser la consecuencia lógica y todo con la misma materia prima. [AR]

23.6.06

ASI SE DESTRUYE LA HISTORIA

"Ya nunca me verás como vieras,/ recostao en la vidriera/ y esperándote..."

CONSIGUIERON CERRAR EL BAR BRITANICO

Esta tarde, luego de 16.790 días, lo que implica 402.960 horas de estar abierto ininterrumpidamente, los dueños legales de la histórica esquina de Defensa y Brasil, justo frente al monumento al andaluz don Pedro de Mendoza, fueron desalojadas las instalaciones, metidas en cajas y cajones las pertenencias, Pepe Miñones, José Trillo y Manolo Ponce, sin los sacos de dudosa blancura y más dudoso planchado, se retiraron con la parquedad que hacen los gallegos, apenas balbuceando "bueno, ya no hay más nada que hacer" y "hombre, qué decir: una vida".

Entre tanto, los más curiosos y atrevidos se mandaban para tratar de manotear un pocillo, un plato algún cenicero, las viejas copitas para la grapa y el anís, algo que con la fuerza del amuleto permitiera seguir guardando el recuerdo del querido bar con sus luces amarillentas que sólo se cortaban con los apagones, mesas viejas y enclenques, quemadas de puchos, café barroso y esperar las medias lunas tibicietas de los amaneceres por el lado de la barranca de Brasil.

Las famosas Leyes del Mercado dictaminaron que el propietario del local, Juan Pablo Benvenuto, decidiera alquilárselo a otro y ofreciera
20 mil dólares para pagar las indemnizaciones de los que trabajaron allí todo este tiempo y al medio campo oriundo de lo más rancio de Galicia pasar a la categoría de empleados del nuevo fantasmal inquilinos.

¿Es necesario adelantar la respuesta a coro de tres gallegos al signore Benvenuto?

La inútil cháchara oficial, poco más de un mes atrás, la Ciudad de Buenos Aires reglamentó la
ley 1227 que ordenaba respetar el patrimonio histórico cultural tangible e intangible de estos edificios. Acorde a esa reglamentación otra inutilidad reforzó la primera y un juzgado porteño dictó una medida cautelar en beneficio de la mantención del Bar Británico. Pero lo que tiene de bueno el Derecho es que siempre para un juez hay otro y metánse la medida cautelar al fondo a la derecha porque vino otro Su Señoría y puso el pulgar abajo: Desalojo, no jodan más y la terrible tramitación de arrancarse la piel a tiritas empezó hoy a las 7 de la mañana.

Por supuesto, bastante antes, cuando los conocedores de lo fáctico vieron que ya estaban tendiendo la cama y cocinando el final obvio a fuego lento, hubo pronunciamientos populares, noches en vela y demás, pero al final Benvenuto terminó cantándole a lo que se le cifra en el nombre y recuperó los m3 vacíos y seguramente un estudio de arquitectura paquete lo reciclará y lucirá mucho más bonito, pero sin alma.

Mercado sigue demostrando que la única ley vigente en Argentina es la de la gravedad. Pero la que se le ocurrió a Newton cuando un manzanazo lo sacó de la siesta, si no por lo grave que se está poniendo todo esto. Pronto los modernistas con capitales nunca demasiado claros pueden encontrar que el Parque Lezama que está enfrente es una caca, sobre todo poco rentable, y proceder a talar los árboles añosos, pasarle la topadora al anfiteatro natural y hacer una réplica de Disneylandia.

Total, si lo único que nos falta es festejar el 4 de julio. Vamos, vamos: a sacarse la careta.


"¡LADRAN, SANCHO!"

CRECED Y MULTIPLICAOS

Según cifras que se han echado a rodar en un mundo regido por la frigidez de los números, en estos momentos la red alberga la módica suma de 38 millones de bitácoras (blogs), de las cuales 178 mil son en lengua castellana, un módico 0,5% del cual formamos parte.

No importa. Seremos pocos pero estamos bien montados.


(Algo teniamos que decir, che.)

21.6.06

SI EMPEZAS CON EL PIE IZQUIERDO...

Panorámica de un ocaso en Barcelona. Al fondo, el Mare Nostrum.

DISCULPAS DIBUJADAS & ANIMADAS

Nuestros abuelos, y aún antes, se vinieron de allí a hacer la América. No hay que tomar la cosa tan al pie de la letra. También la iban a civilizar y cristianizar. Cosas del neoliberalismo, con esa constante migración que ha caracterizado a toda la historia humana, ahora los contingentes, mucho menores por cierto, empezaron a ser a la inversa, sobre todo con las noches muy negras que nos tocó vivir.

Y, claro, si bien el cocino ahora no escasea, si es más, más mejor. La diáspora uruguaya, chilena y argentina se portó lo suficientemente poco bien como para que la xenofobia, el chovinismo, el racismo y otros ismos tuvieran su creencia legitimadora, como decía Carlos Marx, y nacieron los sudacas, una subespecie existencial, racial, ciudadana, sobre dos pies, abonada para colmo por marroquíes, tunecinos, turcos, senegaleses y demás, casi todas las tonalidades.

Y quilombos. Muchos quilombos. Un verdadero Segundo Mundo sobre el que han tenido que intervenir los gobiernos con la eficacia de siempre para tratar de menguar un poco la cosa y que los poderosos dejen de estar inquietos. Los dueños de casa sienten que tienen sus derechos porque los tienen, qué joder, pero los que van como ellos antes vinieron, también y no es la racionalidad la que prima.

Un grupo de afectados, a los que les cae la general de la ley, todos acantonados en el barrio barcelonés del Borne, encabezados por el argentino/chileno Emilio Romero (le faltaba ser hincha de Peñarol para completarla) vienen encarando un largometraje dibujo por dibujo, a grafito, a cargo de Samuel Restucci, con nacimiento certificado en una de las veras del Mapocho, y con otros para completar un equipo están empecinados en completarlo con el título de Disculpen las molestias, son fallas de origen.

Los interesados en averiguar la currícula/prontuario de los susodichos, una muy exclusiva avant premiere de lo que quieren, videoclips ya realizados y demás está en un sitio que acaban de poenr en línea y donde explotan hasta límites pocas veces alcanzados lo que puede dar la multimedia. Los que tienen configuraciones comunes se van a tener que armar de paciencia por lo que tarda la carga de imágenes. Para visitarlos y disfrutarlos en vivo y en directo, un click en el
subrayado
alcanza.

¿QUE TENDRA LA PRINCESA?


A él lo recibió El General; al padre de ella también, pero otro.

Princesa Máxima, de los Países Bajos, ¿unos algodoncitos por un casual?

DE AQUELLOS ALTARES A ESTAS GRADAS, MAJESTAD

La hasta entonces más o menos simple ciudadana Máxima Zorriaqueta pidió que al encarar el altar, del brazo del heredero de la corona holandesa, un fueye le rezongara Adiós, nonino. Esta tarde, en un estadio de un país vecino, a pocos kilómetros, mientras sobre el césped se ven los oranges de la ex Naranja Mecánica y los Pekerman's Boys, la partitura va a estar a cargo de El Tula, primer bombo de las 62 Organizaciones Peronistas, y su afiatada banda (musical, se entiende) de parches sudacas.

No es lo mismo ni se puede comparar, por supuesto. El marplatense nunca le dio a la manguera rellena con arena y municiones que suele ser afinada en el cucuza de los adversarios y el rosarino, las únicas botoneras que ha tocado, son las de los porteros eléctricos de las torres de departamentos.

Quizá un salomónico empate podría zanjar todos estos abismos sociales y culturales. ¿O no?