LA HISTORIA POR PARTIDA DOBLE
Con gran sentido de una puesta en escena si no pensada, tampoco por eso tan improvisada, mientras a mediodía con lógico alborozo se festejaba la muy tardía decisión de la Corte Suprema de la Nación (7 a 2) de declarar inconstitucionales el Punto Final y la Obediencia Debida, a las 19:38 lograba la libertad condicional Omar Emir Chabán, una pústula del sistema implantado, supuesto empleado de sí mismo y máximo responsable de la masacre de República Cromañón el 30 de diciembre último, con 193 muertos, un gobierno en jaque y clara connivencia entre un sistema inútil y corrupto de funcionarios y policías.
Las dos décadas de retraso muestran, en la crueldad de los números, que de un aparato represivo estimado en unos 12 mil efectivos para llevar a cabo un estudiado y casi perfecto plan de industrializar la muerte y los tormentos en todas sus variantes, ahora, aparentemente reinstaurado el reino de los administradores de justicia independientes, van a poder ser sentados en el banquillo de los acusados unos veinte uniformados en actividad y, cuando mucho, entre 400 y 600 retirados, entre los cuales se destacan figuras que fueron demonizadas no sólo por las rencillas internas que los desbarrancó como el régimen más nefasto, sino para con operativos de inteligencia en una sociedad mediatizada y espectacularizada, centrar en el clásido individualismo argentino un fenómeno sociocultural y político de muy larga data.
El ex presidente Raúl Alfonsín se vio obligado a salir al cruce y tratar de salvar la ropa de lo que le tocó jugar al respecto y reivindica justamente su estrategia del tiempo para, insiste, cumplir el único objetivo loable: salvar la democracia. Esta estaría ahora, por fin, a salvo. Algo que podría emocionar si por tal omitimos los 160 mil millones de deuda externa, más de la mitad de la población infantil con hambre y otro tanto de todas las edades por debajo de la línea de la pobreza, un 15% oficial de desocupación plena que se duplica si se toma la subocupación más los profesionales del desempleo, un sistema de salud pública y educación desvastado, y una economía desarticulada que al primer asomo de querer reaccionar el aparato productivo el apoyo energético hace agua por los cuatro costados.
La libertad condicional de Chabán, irracional y antisocial desde donde se la mire, fue lograda gracias a la caución de propiedades por unos 150 mil dólares y la mudanza de un acusado oficialmente con prisión preventiva por homicidio simple múltiples, entre otras lindezas, hasta que se lleve a cabo el juicio oral. El singular personaje, ridículo, grotesco, que por afán de dinero y labilidad oficial metía 4 mil personas que ululan y tiran bengalas en un lugar habilitado para mil y no para dar recitales, estaba protegido impositivamente por un glacís de cartoncitos pintados de las empresas ahoras llamadas off shore y que antes se llamaba testaferros o cabezas de turco.
El mencionado, que fue mostrado en videos promocionales donde dando muestras de su vocación por el patetismo, afirmaba que en esta sociedad, en este momento, lo único que interesa es el dinero, se fue al departamento de su mamá, en la localidad de San Martín, donde fue concejal peronista su hermano, a cargo de la barra del boliche y hasta el momento limpio de polvo y paja.
La declarada inconstitucionalidad, sin menguar el mérito del estoico heroísmo de los organismo de derechos humanos, su emocionante alegría y además, es en los hechos apenas un gesto en la Sociedad Espectacular. Lo real de la Argentina es un corrupto y corruptor volviendo al útero materno bajo la cobertura de un infernal operativo policial, un barrio que sólo le importa su tranquilidad y el franqueamiento de que la justicia de clases es la única que rige.
Y ni qué contar si se recuerda que alguno se mandó el pleonasmo de que la única verdad es la realidad...